La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebra en el mes de octubre el Día Mundial de la Alimentación. Este año, bajo el lema "Cultivar, Nutrir, Preservar", el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) y el Centro Mundial de València para ...
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebra en el mes de octubre el Día Mundial de la Alimentación. Este año, bajo el lema "Cultivar, Nutrir, Preservar", el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa) y el Centro Mundial de València para la Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS) se han sumado al evento organizando una jornada para poner en valor la importancia del medio en nuestra alimentación. Así, expertos en nutrición, alimentación, agricultura, ganadería y medioambiente, entre otros, han coincidido en la necesidad de impulsar el consumo de productos de proximidad. "Algunos alimentos habituales como la fruta, la verdura o el pescado son, paradójicamente, los menos consumidos en la Comunitat Valenciana. Somos afortunados de tener muy cerca una huerta y un mar que nos proveen de alimentos y, aun así, no los ingerimos con la frecuencia que deberíamos", destacó Rocío Planells, gerente del CODiNuCoVa.
De esta manera, el consumo de los productos de proximidad es prioritario tanto por sus características nutricionales como por las organolépticas (olor, sabor incluso textura), la temporalidad (consumir en cada época del año los productos de temporada), la sostenibilidad asociada y por el apoyo a los agricultores y ganaderos de la zona.
Raquel Álvarez, de Justicia Alimentaria, recordó durante la celebración del evento que las enfermedades derivadas de una mala alimentación van en aumento y apuntó que hay que "concebir la alimentación como un derecho, no un negocio". En esta línea, Clara González, dietista-nutricionista y técnica en Salud de Cruz Roja Valencia, quiso visibilizar los problemas a los que se enfrentan las familias con rentas más bajas a la hora de alimentarse. "Solo un 27% de familias adultas en la Comunitat Valenciana están en un grado aceptable de seguridad alimentaria. En familias con niños, este porcentaje desciende hasta el 20%. Cuanto menos son los ingresos, menor es el consumo de alimentos saludables, hace falta trabajar junto a las administraciones en el campo de la educación alimentaria", apuntó.
Por otro lado, el impulso a la educación alimentaria ayudaría a empoderar al consumidor, según los expertos, mejorando sus elecciones saludables. Además, según Carmen Huidobro, de la plataforma "Too Good to Go", esta concienciación es clave para reducir el desperdicio alimentario. Un desperdicio que, según los últimos datos de la Unión Europea, se produce principalmente en el hogar. En el caso de España, en el último año, la cifra ha ascendido a más de 26 millones de kilos de alimentos a la basura cada semana, según datos del CEMAS.
Así, proteger la calidad de la cadena alimentaria, apoyando a agricultores y ganaderos, fue otro de los temas tratados en la jornada. En este sentido, se apeló a la voluntad política para llevar a cabo este cambio. "Los canales cortos de comercialización o venta directa pretenden proteger al pequeño productor y que los consumidores sean capaces de saber el origen de los alimentos que consumen", explicó Julio Máñez, vicesecretario del Ilustre Colegio de Veterinarios de València.