3 claves para alcanzar la serenidad

Iván Martín

La serenidad aporta los mecanismos necesarios para afrontar las decisiones diarias de la vida.

14/04/2014

Uno de los pilares fundamentales para conseguir la ansiada felicidad es disfrutar de los beneficios de la serenidad. Una actitud serena en la vida aporta los mecanismos suficientes para lograr una plenitud óptima de nuestro interior. Pero, ¿qué es la serenidad?. Puede definirse como aquella actitud que se aleja de ...

Uno de los pilares fundamentales para conseguir la ansiada felicidad es disfrutar de los beneficios de la serenidad. Una actitud serena en la vida aporta los mecanismos suficientes para lograr una plenitud óptima de nuestro interior. Pero, ¿qué es la serenidad?. Puede definirse como aquella actitud que se aleja de las angustias, ansiedad o nerviosismo generando un contexto neutral y calmado propicio para sentir y pensar de forma correcta.

La serenidad parte de nosotros

Toda sensación, emoción y acción que desarrollamos en nuestra vida diaria parte de nosotros, por lo tanto somos los únicos responsables de cambiar, potenciar o eliminar las distintas características de nuestra personalidad. Alcanzar la serenidad conlleva un trabajo constante y continuo, analizando tres claves principales:

1.Conocer nuestras debilidades. Las sensaciones dañinas parten de nuestras debilidades, miedos y frustraciones. Son parte de los frenos naturales que, en ocasiones, lanzamos al exterior paralizando nuestra conducta. Ser consciente de las cosas que nos generan malestar y qué las produce es imprescindible para alcanzar la serenidad. Este proceso es laborioso y necesita dedicación por nuestra parte.

2.Positividad frente a negatividad. Los pensamientos pueden dividirse entre positivos y negativos. Las personas motivadas y optimistas manejan las sensaciones positivas y constructivas. Por otro existen personas cuyas valoraciones son negativas y destructivas, la ilusión y esperanza son eliminadas. Mantener de modo prioritario los pensamientos positivos, provechosos es fundamental para ayudar a facilitar la toma de decisiones.

3.Fuera toxicidad. Alejarse de las personas tóxicas, las situaciones conflictivas. Defender nuestra tranquilidad de aquellos entornos que generen malestar, desasosiego y negatividad. En muchas ocasiones las personas que nos rodean proyectan su "toxicidad" en los demás, afectando directamente en la salud emocional.

Partiendo de estas tres premisas es posible conseguir una precisa base para poder gestionar la serenidad. Alcanzar un estado tranquilo y calmado es necesario para conocer nuestro interior y dar solución a las dudas, problemas y miedos que surgen a lo largo de la vida. Es un trabajo difícil pero, con el paso del tiempo, muy satisfactorio y beneficioso para conseguir una sana plenitud emocional.

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