La celulitis suele formarse a partir de la pubertad y se desarrolla principalmente ante la presencia de ciertos desequilibrios hormonales y por sobrepeso. Somos conscientes de que no es un problema grave, aunque su aparición puede alertarnos sobre algunos riesgos o problemas relacionadas con la retención de líquidos, el funcionamiento ...
La celulitis suele formarse a partir de la pubertad y se desarrolla principalmente ante la presencia de ciertos desequilibrios hormonales y por sobrepeso. Somos conscientes de que no es un problema grave, aunque su aparición puede alertarnos sobre algunos riesgos o problemas relacionadas con la retención de líquidos, el funcionamiento del sistema linfático o los trastornos inflamatorios.
Ya hemos indicado algunos factores que fomentan su desarrollo, pero la dieta es clave en su futura formación pues ciertos alimentos pueden empeorar su estado. ¡Evítalos y lleva una vida sana lejos de la celulitis!
Existen alimentos que ayudan a eliminar sustancias tóxicas de nuestro organismo, procurando la reducción de celulitis. Sin embargo, otros tienden a aumentar sus efectos al estar dotados de azúcares, elementos químicos y grasas saturadas. ¿Quieres conocerlos?
Los embutidos son un alimento muy demandado al ser una opción bastante rápida que puede sacarte de algún aprieto en un momento dado. Ahora bien, son fuente de grasas, harinas y sodio, lo que repercute negativamente en el sistema circulatorio.
Desde aquí no decimos que los elimines por completo de tu dieta, pero al menos que limites su consumo para evitar la acumulación de líquidos, el exceso de peso y la retención de líquidos. De esa forma, intentar consumir lo menos posible la siguiente carne embutida: jamón, tocino, salchichón, chorizo y salchichas.
Los productos lácteos ofrecen muchos nutrientes que son beneficiosos para nuestra salud. Ahora bien, son ricos en grasas saturadas, por lo es preferible prescindir a veces de ellos si queremos acabar con la celulitis. Su alto consumo puede potenciar la presencia de los temidos hoyuelos y aumentar la flacidez.
Los dulces provocan adicción y es muy difícil renunciar a ellos. Son muy sabrosos y se han convertido en un manjar para nuestro sentido del gusto. Sin embargo, es mejor reducir su consumo todo cuanto puedas. Estos alimentos destacan por contener un exceso de azúcar, algo que potencia la glucosa en sangre y entorpece la actividad de nuestro metabolismo. Aunque sea complicado, permítete un capricho de vez en cuando, sin salirte de ahí.
Las salsas que empleamos en muchas de nuestras recetas realzan el sabor de algunos alimentos, lo que facilita su consumo. Sin embargo, son fuente de grasa y algunas veces son la causa de la retención de líquidos en los tejidos. Productos como la mostaza, la salsa de tomate o la mayonesa son empleadas sin ningún límite por nuestra parte, cuando son uno de los grandes potenciadores de la celulitis.
Las harinas refinadas contienen carbohidratos, sustancias que no son fáciles de metabolizar, creando depósitos de grasa. Incluirlas a menudo en nuestra alimentación diaria conlleva el aumento de peso y la aparición de celulitis en varias zonas del cuerpo.
Tanto el café como los refrescos son fuente de cafeína, una sustancia estimulante que resulta dañina para nuestra piel. La cafeína no solo potencia la flacidez y la celulitis sino que obstaculiza el proceso de oxigenación de tejidos. Lo más saludable es sustituirlos por infusiones, zumos naturales sin azúcar y agua.