Uno de cada catorce niños en edad escolar padece trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL) -también conocido como trastorno específico del lenguaje (TEL)-, según el estudio epidemiológico SCALES, realizado en el Reino Unido. Se trata de una patología poco conocida entre la población y que afecta a la adquisición y ...
Uno de cada catorce niños en edad escolar padece trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL) -también conocido como trastorno específico del lenguaje (TEL)-, según el estudio epidemiológico SCALES, realizado en el Reino Unido. Se trata de una patología poco conocida entre la población y que afecta a la adquisición y el desarrollo del lenguaje de algunos niños, en cuya habla es frecuente que no aparezcan preposiciones, artículos, adverbios o pronombres: por ejemplo, podrían decir «queca roto» en lugar de «la muñeca se ha roto». De no tratarse, este trastorno puede tener consecuencias, según explican los expertos.
Señales de alarma
Además de la omisión de palabras y problemas con las flexiones verbales, hay otros signos de alerta que pueden hacer sospechar a los adultos de un posible problema. «Alrededor de un 25 % de los niños con TDL son hablantes tardíos, es decir, comienzan a decir las primeras palabras alrededor de los dos años», afirma Llorenç Andreu Barrachina, director de la Jornada sobre Dificultades del Aprendizaje.
Otras señales que podemos encontrar son que el niño no preste mucha atención a lo que dicen los demás y que en algunos casos incluso no responda a su nombre, señala Elvira Mendoza, catedrática de Logopedia, doctora en Psicología por la Universidad de Granada y ponente en la Jornada. Mendoza también advierte de que deben tenerse en cuenta los antecedentes familiares, ya que «existe un grado importante de agregación familiar, y es probable que el padre o la madre presentara también problemas de lenguaje», añade.
Consecuencias
¿Qué ocurre si un niño que tenga TDL no recibe ayuda? Según los especialistas, la primera dificultad con la que se encontrará es que le costará seguir el ritmo de la clase. Y ese es solo uno de los obstáculos en su aprendizaje. «Si no se lleva a cabo ninguna intervención, los niños con TDL tendrán un desarrollo del lenguaje oral deficiente que provocará problemas en el aprendizaje de la lectoescritura y en el nivel escolar, y acabarán con una gran probabilidad en fracaso escolar», responde Andreu Barrachina.
Además, desde Raising Awareness of Developmental Language Disorder (RADLD), una organización creada para concienciar sobre el TDL, afirman que este trastorno y la dislexia están muy relacionados, y la prueba es que muchos niños con TDL cumplen los criterios para ser diagnosticados de dislexia, ya que, aunque el pequeño pueda leer en voz alta correctamente, normalmente le cuesta entender lo que ha leído.
Otras dificultades asociadas al TDL son las sociales. El informe The Manchester Language Study, concluyó que a los dieciséis años, el 40 % de las personas con TDL tenía dificultades para interactuar con los compañeros, además de que el 50 % de estos adolescentes había sido víctima de acoso durante la infancia, mientras que ese porcentaje es de menos del 25 % en adolescentes con desarrollo típico.