Carmen Reija
La naranja es una fruta cítrica obtenida de diferentes especies de naranjos, siendo un alimento muy cultivado en todo el mundo. Brasil es el principal productor mundial y España el primero en Europa. Se ha utilizado (junto a limones y pomelos, por ejemplo) en dietas depurativas, pues ayudan a eliminar toxinas del organismo y remineralizarlo. También se usa ampliamente su aceite esencial (rico en limoneno) que ayuda a reducir el estrés y la tensión muscular acumulada. Disfruta de su sabor y propiedades nutricionales.
Botánicamente pertenece al género Citrus (como limones y mandarinas). Las especies que se utilizan en alimentación son variadas, siendo la sinensis y sus variedades las más habituales. El árbol puede alcanzar una altura de 10 metros y su fruto es la naranja, que se recoge, normalmente, en invierno en las ...
Botánicamente pertenece al género Citrus (como limones y mandarinas). Las especies que se utilizan en alimentación son variadas, siendo la sinensis y sus variedades las más habituales. El árbol puede alcanzar una altura de 10 metros y su fruto es la naranja, que se recoge, normalmente, en invierno en las grandes plantaciones existentes en diferentes lugares del mundo.
Existen muchas variedades de naranjas, siendo clasificadas sencillamente en “las de zumo” y “las de mesa”, aunque no sea completamente exacto porque, unas y otras, se consumen indistintamente. Las más conocidas en España son las salustianas, navelinas y valencianas, aunque hay muchas de producción local derivadas de ellas que resultan deliciosas.
A nivel nutricional, 100 gramos aportan unas 50 calorías, fibra y unos 10 gramos de azúcar. Destacaría la presencia de antioxidantes (betacarotenos y luteína), ácidos (especialmente cítrico, que le da el característico sabor ácido), flavonoides (hesperidina, rutina y quercetina), aminoácidos (serina, arginina y alanina), vitaminas (A, C y del grupo B) y minerales (calcio, potasio, fósforo y magnesio).
Se le atribuyen propiedades interesantes entre las que destacaría que: mejora los síntomas de gripe y resfriado, refuerza el sistema inmunitario, activa el sistema circulatorio, desintoxica el organismo, aumenta los niveles de ácido fólico imprescindible durante el embarazo, etc.
No solo debemos pensar en ella para hacer zumo, pues al eliminar la pulpa también sacamos fibra y flavonoides importantes para la salud, siendo recomendable añadirla al zumo para minimizar la pérdida de esos componentes saludables. Cuidado especial a quienes padecen migrañas o problemas intestinales porque su ingesta en ayunas puede desencadenar el dolor de cabeza y la diarrea en personas sensibles.
Es una fruta sana y versátil que puedes utilizar en numerosas recetas deliciosas dulces y saladas. Pasteles, salsas, bizcochos, brochetas, ensaladas, etc. pueden ser opciones interesantes. Te proponemos:
-Tarta. Forra la base del molde con hojaldre y cocínala en el horno unos 20 minutos a 180º. Prepara una crema pastelera con harina de maíz, 4 yemas de huevo, 3 cucharadas de azúcar, canela, zumo de naranja y leche de avena. Cuidado que no se te pegue en la olla al calentarla. Para evitar la presencia de grumos, cuélala y añade más zumo de naranja. Mézclala bien y colócala sobre el hojaldre. Deja enfriar un poco y ponla en la nevera durante tres horas. Para servirla puedes cubrirla con mermelada, gelatina, fruta natural o nata.
-Mermelada. Lava 4 naranjas enteras, pélalas, corta la piel en tiras finas y la pulpa en láminas eliminando las partes blancas. Exprime el zumo de un kilo de naranjas y mézclalo en una olla con la preparación anterior y tres cucharadas de azúcar. Ponlo a cocer y déjalo hervir cuatro minutos revolviendo continuamente. Puedes conservarla en frascos de cristal cerrados herméticamente.