Hoy en esvivir.com te contamos los detalles de cómo cambia nuestro cerebro a lo largo del ciclo menstrual y cómo puedes sacarle partido a cada fase para vivir y trabajar en sintonía contigo misma. Fase folicular: nuevas ideas, energía renovada Empieza con la menstruación y dura hasta la ovulación. Aquí los niveles ...
Hoy en esvivir.com te contamos los detalles de cómo cambia nuestro cerebro a lo largo del ciclo menstrual y cómo puedes sacarle partido a cada fase para vivir y trabajar en sintonía contigo misma.
Empieza con la menstruación y dura hasta la ovulación. Aquí los niveles de estrógeno van en aumento, y eso se traduce en una mente más despierta, con mayor enfoque y capacidad de aprendizaje. Es un momento estupendo para iniciar proyectos, hacer planes y asumir nuevos retos.
Si notas que te vienen un montón de ideas de golpe, no es casualidad: tu creatividad está en su punto álgido. Aprovecha este chute hormonal para dar forma a esas ideas que llevabas tiempo rondando.
En esta fase, tanto el estrógeno como la testosterona están en su punto más alto. ¿Resultado? Más confianza en ti misma, más habilidades sociales y una intuición muy fina.
Es un buen momento para tener conversaciones importantes, presentar proyectos, liderar reuniones o simplemente brillar con tu mejor versión. Estás más elocuente, más conectada con los demás… y contigo.
Después de la ovulación, la progesterona empieza a subir mientras el estrógeno baja. Esto suele provocar una bajada en la creatividad explosiva, pero a cambio mejora la capacidad de organización y el pensamiento lógico.
Es una fase ideal para cerrar temas pendientes, ordenar prioridades y meterte de lleno en tareas que requieran estructura y detalle. No te preocupes si no estás especialmente inspirada: ahora tu cerebro es más analítico, y eso también es una súper herramienta.
En los días previos a la menstruación, las hormonas bajan considerablemente. Es normal sentirte más cansada, irritable o simplemente menos sociable. Pero lejos de ser una fase "negativa", este es un momento potente para la introspección.
Tu mente busca calma y claridad. Es una fase perfecta para revisar, reajustar, soltar lo que ya no sirve y reconectar contigo misma. No es el momento de exigirte el 200%, sino de respetar tus ritmos y mimarte un poco más.
Cada fase del ciclo ofrece una versión distinta -pero igual de valiosa- de ti misma. Cuando conoces estos cambios y los integras en tu día a día, dejas de luchar contra tus altibajos y empiezas a fluir con más naturalidad.
Planificar tus actividades según tu fase hormonal puede ayudarte a rendir mejor, tomar decisiones más acertadas y, sobre todo, sentirte más conectada con tu cuerpo. Porque tú no eres la misma todos los días… y eso, lejos de ser un problema, puede convertirse en tu mejor superpoder.