El derecho al aborto se encuentra cada vez más extendido en Europa. Según estimaciones del Centro para los Derechos Reproductivos (CCR), el 95% de las mujeres europeas en edad reproductiva viven en Estados donde se permite el aborto. Sin embargo, las condiciones varían sustancialmente. Países como Suecia, Dinamarca, Francia o Austria ...
El derecho al aborto se encuentra cada vez más extendido en Europa. Según estimaciones del Centro para los Derechos Reproductivos (CCR), el 95% de las mujeres europeas en edad reproductiva viven en Estados donde se permite el aborto. Sin embargo, las condiciones varían sustancialmente.
Países como Suecia, Dinamarca, Francia o Austria tienen leyes altamente garantistas para el derecho al aborto de las mujeres; en España, como en Alemania e Italia, el aborto también se encuentra aceptado y regulado, pero requiere de un periodo de espera y de asesoramiento obligatorio. Tan solo en Andorra y Malta el aborto está prohibido en todos los supuestos, mientras que en países como Polonia el aborto está reconocido en algunos casos concretos.
Otra de las grandes diferencias en las legislaciones de los Estados miembro sobre el aborto es el número de semanas de gestación máximo con el que se puede acceder al aborto. En este caso, Suecia es el país más garantista, permitiendo el aborto hasta la semana 18 de embarazo, según publica el Centro por los Derechos Reproductivos. Le sigue Francia con 16 y Rumanía, Bélgica, Luxemburgo, España y Alemania con 14 semanas. Al otro lado de la balanza aparecen Croacia y Portugal, con un plazo máximo para acceder al aborto de 10 semanas. El resto de los países europeos cifran un plazo máximo para abortar de 12 semanas.
La Eurocámara, a favor de incluir el acceso al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE
A pesar de que el aborto está actualmente reconocido en la inmensa mayoría de los países europeos, distintas organizaciones por los derechos sociales alertan de la amenaza que supone el auge de la extrema derecha para los derechos de las mujeres. Polonia es el ejemplo más claro de regresión sobre el aborto, y se teme que otros países empiecen a legislar en contra del derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo.
Como respuesta, la Asamblea y el Senado francés han aprobado la modificación constitucional para introducir el aborto como un derecho amparado por la carta magna. Lo mismo ha hecho el Parlamento Europeo, que ha votado a favor de incluir el acceso al aborto en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE. La resolución no vinculante contó con 336 votos a favor y 163 en contra, y es meramente simbólica ya que no tiene capacidad de modificar la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, ya que requeriría del visto bueno del Consejo Europeo (el organismo que reúne a los dirigentes de los 27 estados miembro).