El descanso: el gran olvidado en la pérdida de peso

Ángela Zorrilla

El insomnio es un problema que no solo afecta al rendimiento diario, sino que también influye en la regulación del peso corporal y en el riesgo de enfermedades metabólicas, como la obesidad y la diabetes.

28/03/2025

Dormir mal no solo genera fatiga, sino que también altera procesos hormonales que regulan el apetito y el metabolismo. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de 4 millones de adultos en España sufren insomnio crónico, con consecuencias en la memoria, el estado de ánimo y la salud general. ...

Dormir mal no solo genera fatiga, sino que también altera procesos hormonales que regulan el apetito y el metabolismo. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de 4 millones de adultos en España sufren insomnio crónico, con consecuencias en la memoria, el estado de ánimo y la salud general. En este sentido, expertos de PronoKal® destacan la relación entre descanso y peso corporal, subrayando la importancia de un sueño de calidad en cualquier proceso de pérdida de peso.

¿Cómo afecta el sueño al peso? La conexión que pocos conocen

La relación entre exceso de peso y calidad del sueño ha sido ampliamente estudiada durante años, y la evidencia sugiere que existe una asociación bidireccional entre ambas condiciones, donde la obesidad aumenta el riesgo de insomnio y, a su vez, el insomnio contribuye al desarrollo y mantenimiento de la obesidad. Esto ha sido confirmado en estudios, como Sleep Deprivation: Effects on Weight Loss and Weight Loss Maintenance (2022), que han demostrado que la falta de sueño favorece el aumento de peso.

Uno de los principales mecanismos que explican este fenómeno es el desequilibrio en la liberación de hormonas. Por un lado, puede haber una alteración del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal debido a que la falta de sueño eleva los niveles de cortisol, una hormona que favorece el almacenamiento de grasa y el desarrollo de resistencia a la insulina. Por otro lado, dormir menos de las 7-9 horas recomendadas reduce la leptina, la hormona de la saciedad, y aumenta la grelina, la hormona del apetito, generando un círculo vicioso en el que dormir mal favorece el aumento del hambre y dificulta el control del peso. 

Además, en personas con sobrepeso u obesidad, la calidad del sueño suele estar deteriorada debido a afecciones como la apnea obstructiva del sueño, que provoca múltiples despertares nocturnos. Esto agrava aún más el desequilibrio hormonal y contribuye a la recuperación del peso.
Este desajuste favorece la ingesta calórica excesiva y dificulta la pérdida de peso. 

A nivel emocional, también influye en el estrés y la ansiedad, factores que pueden derivar en lo que se conoce como hambre emocional. Como indica Pilar Morales, responsable del departamento de coaching de PronoKal®, "las emociones pueden interferir en la alimentación, provocando lo que se conoce como hambre emocional". Muchas personas recurren a la comida como una forma de gestionar la ansiedad, el estrés o la tristeza, sin ser conscientes de ello. Como este tipo de hambre surge repentinamente, activa la impulsividad y puede afectar tanto a lo que comemos (por ejemplo, en el deseo de consumir alimentos específicos que nos reconfortan, como los dulces) como a la cantidad que comemos (mucho más de lo que necesitamos).

Sin lugar a dudas, la pérdida de peso mediante un tratamiento médico adecuado no solo mejora la composición corporal, sino que también tiene un impacto positivo en la calidad del sueño y el equilibrio metabólico, ayudando a romper este ciclo y favoreciendo una mejor salud a largo plazo.

6 claves para dormir mejor y mejorar tu metabolismo

Con el objetivo de promover hábitos saludables y fomentar un sueño reparador que nos ayude a mantener una buena salud y no interfiera en los procesos de pérdida de peso, PronoKal® comparte algunas recomendaciones para mejorar la calidad del descanso:
1. Fija un horario de sueño: acostarte y despertarte a la misma hora regula tu reloj biológico.
2. Desconéctate antes de dormir: evita pantallas al menos una hora antes de acostarte.
3. Cena de forma ligera: elige alimentos saludables y evita cafeína y azúcares.
4. Crea un ambiente ideal: habitación oscura, sin ruido y a temperatura agradable.
5. Muévete: el ejercicio reduce el estrés y mejora la calidad del sueño.
6. Relájate antes de dormir: meditación, respiración profunda o yoga pueden ayudarte.
 

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