¿Por qué los antiinflamatorios afectan tanto a nuestro estómago?

Sonia Baños

Son uno de los medicamentos más usados en el mundo. Nos ayudan a calmar dolores, bajar la inflamación y seguir con nuestro día a día sin molestias. Pero lo que muchas veces no consideramos es el impacto que los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden tener en nuestro estómago. Si alguna vez has sentido ardor, acidez o malestar después de tomarlos, no es casualidad. Hoy en esvivir.com te contamos por qué ocurre esto y cómo puedes proteger tu sistema digestivo sin renunciar a su uso cuando sea necesario.  

11/03/2025

¿Cómo actúan los antiinflamatorios en nuestro cuerpo? Los AINEs, como el ibuprofeno, el naproxeno o la aspirina, funcionan bloqueando la acción de unas sustancias llamadas prostaglandinas, que son las responsables de la inflamación y el dolor. Hasta aquí, todo bien. El problema es que estas mismas prostaglandinas también cumplen una función ...

¿Cómo actúan los antiinflamatorios en nuestro cuerpo?

Los AINEs, como el ibuprofeno, el naproxeno o la aspirina, funcionan bloqueando la acción de unas sustancias llamadas prostaglandinas, que son las responsables de la inflamación y el dolor. Hasta aquí, todo bien. El problema es que estas mismas prostaglandinas también cumplen una función clave en nuestro estómago: protegen la mucosa gástrica.

Cuando tomamos estos medicamentos, no solo reducimos la inflamación y el dolor, sino que también disminuye la producción de moco protector en el estómago, dejando la pared gástrica más vulnerable ante los ácidos digestivos. Y aquí es donde empiezan los problemas…

Los efectos de los antiinflamatorios en el estómago

Si los usas ocasionalmente, es posible que apenas notes molestias. Pero cuando su consumo es frecuente o en dosis elevadas, los efectos pueden ser bastante desagradables:

  • Irritación y acidez: Al reducir la protección del estómago, los ácidos pueden irritar la mucosa, causando ardor y reflujo.
  • Gastritis: Una inflamación de la pared del estómago que puede generar dolor, sensación de pesadez e incluso náuseas.
  • Úlceras gástricas: Con el tiempo, el daño en la mucosa puede provocar la aparición de úlceras, lo que puede generar sangrados y molestias más serias.
  • Mayor riesgo de hemorragias digestivas: En casos extremos, las úlceras pueden derivar en sangrados internos, lo que requiere atención médica inmediata.

¿Qué factores aumentan el riesgo de sufrir problemas estomacales?

Aunque cualquier persona puede verse afectada, hay ciertos factores que incrementan el riesgo:

  • Uso prolongado o en dosis altas: Cuanto más tomamos, mayor es el daño en la mucosa gástrica.
  • Edad: Las personas mayores son más vulnerables, ya que la producción de moco gástrico disminuye con el tiempo.
  • Tomarlos en ayunas: Sin comida en el estómago, el daño puede ser aún mayor.
  • Consumo de alcohol y tabaco: Ambos irritan el estómago y potencian los efectos negativos de los AINEs.
  • Tomar varios antiinflamatorios a la vez: Combinar diferentes tipos de AINEs puede aumentar el daño gástrico sin mejorar significativamente el alivio del dolor.

Cómo proteger tu estómago sin renunciar a los antiinflamatorios

Si necesitas tomar antiinflamatorios de vez en cuando, hay formas de minimizar su impacto en tu estómago:

  • Siempre con comida: Tomarlos con alimentos ayuda a reducir su agresión sobre la mucosa gástrica.
  • Opta por alternativas más suaves: El paracetamol, aunque no es un AINE, puede ser una opción si solo necesitas aliviar el dolor sin tratar la inflamación.
  • Evita el alcohol y el tabaco: Si estás en tratamiento con estos medicamentos, es mejor reducir su consumo para evitar problemas digestivos.
  • Consulta a tu médico si los necesitas de forma frecuente: Puede que te receten un protector gástrico para reducir los efectos secundarios.
  • Explora otras alternativas para el dolor y la inflamación: Productos naturales como el jengibre, la cúrcuma o la fisioterapia pueden ayudarte a reducir la necesidad de recurrir a estos fármacos.

 

En definitiva, los antiinflamatorios son una gran ayuda cuando necesitamos aliviar el dolor y la inflamación, pero su uso debe ser responsable. Nuestro estómago sufre cuando los tomamos de forma excesiva o sin precaución, por lo que es importante usarlos con moderación y siempre bajo recomendación médica. Si notas molestias digestivas después de tomarlos, no lo ignores: escúchate, cuida tu cuerpo y busca alternativas para mantenerte saludable sin comprometer tu bienestar digestivo.

 

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