En estos días en los que la temperatura exterior es poco amigable y las demandas de prendas de abrigo y otros complementos son muy altas, tan solo apetece refugiarse al calorcito dentro del hogar comiendo platos reconfortantes que nos brinden todos los beneficios nutricionales posibles para combatir el frío y ...
En estos días en los que la temperatura exterior es poco amigable y las demandas de prendas de abrigo y otros complementos son muy altas, tan solo apetece refugiarse al calorcito dentro del hogar comiendo platos reconfortantes que nos brinden todos los beneficios nutricionales posibles para combatir el frío y subir las defensas. Las legumbres no pueden faltar estos días en la despensa. Con las lentejas, alubias y garbanzos se preparan excelentes y sabrosos platos de cuchara con los que recuperar la energía perdida tras la jornada y aclimatar el cuerpo. Los expertos recomiendan consumir entre tres y cuatro raciones de este producto a la semana. Gracias a ellas se obtiene la fibra que el cuerpo necesita para regular el tránsito intestinal, se mejora la salud cardiovascular y se previene el colesterol, suponen también un gran aporte de calcio y hierro, así como de vitaminas e hidratos de carbono. Sin embargo, se incluyen también dentro de la lista de alimentos que producen gases e hinchazón, junto con la coliflor, el brócoli, las judías, los guisantes, el repollo, la cebolla y el huevo. Algunas personas tienen más dificultades que otras para digerir estos alimentos, ya que el intestino delgado no es capaz de descomponerlos y acaban pasando al grueso, donde se desintegran por medio de la fermentación llevada a cabo por las bacterias intestinales. Como resultado, se genera esa sensación de malestar e hinchazón, aparecen las flatulencias y en ocasiones estas se acompañen de un olor desagradable.
Para poder reducir un poco estos efectos se aconseja dejar a remojo las legumbres unas horas, aunque es preferible hacerlo la noche anterior a su elaboración. Después, hay que desechar esa agua y lavarlas bien. Deben cocer a fuego lento para que queden bien hechas y sean más fáciles de digerir. Al aderezarlas con condimentos, como el comino, a cúrcuma, el jengibre o el romero, además de potenciar su sabor, se consigue reducir la sensación de inflamación y los gases. Otra forma de ponerle remedio es consumir las lentejas rojas, que ya vienen peladas, esto permite que sean más fáciles de digerir y se reduzca la sensación de pesadez en el estómago. Con los garbanzos ocurre lo mismo, se puede optar por cocerlos y quitarle la capa externa o por comprarlos ya pelados, así nos aseguramos de que los problemas digestivos sean menores.
A la hora de cocinarlas no siempre hay que hacerlas de la misma manera, pudiendo preparar un hummus de garbanzo o lenteja. De este modo, al haber sido trituradas serán más digestivas. Eso sí, es preferible prepararlo en casa para poder controlar bien los ingredientes que lleva. Los purés son otra opción porque los ingredientes se vuelven más blandos y son más fáciles de masticar. Ten cuidado con las cantidades, es preferible quedarse corta que excederse, ya que una digestión más lenta puede resultar incómoda. Come despacio, procurando masticar bien los alimentos y evita beber agua durante la comida. Es preferible que lo hagas antes o después de comer para que no se produzca una entrada de aire innecesaria. Elige de postre una fruta como la piña, la papaya o el kiwi, que te ayudarán a estimular el proceso digestivo y aliviar el estómago hinchado.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Polina Tankilevitch.