Este proceso natural está causado por la disminución de la producción de hormonas sexuales, principalmente estrógenos y progesterona, en los ovarios. La reducción en estas hormonas no solo afecta el sistema reproductivo, sino que tiene repercusiones en todo el organismo. Por qué los sofocos son síntomas destacados de la menopausia Sonia Clavería, ...
Este proceso natural está causado por la disminución de la producción de hormonas sexuales, principalmente estrógenos y progesterona, en los ovarios. La reducción en estas hormonas no solo afecta el sistema reproductivo, sino que tiene repercusiones en todo el organismo.
Por qué los sofocos son síntomas destacados de la menopausia
Sonia Clavería, Médica de Familia del Departamento Técnico de noVadiet, nos explica que sufrir sofocos es uno de los síntomas más frecuentes de la menopausia, (si se puede llamar síntoma, ya que la menopausia no es una enfermedad sino un periodo fisiológico de la vida) y, desde luego, es uno de los que más afecta a la calidad de vida diaria.
"Esta sensación súbita de calor intenso en la cara, cuello e incluso parte alta del tórax, que se puede acompañar de enrojecimiento y/o sudoración, crea una gran incomodidad en la mujer siendo muy mal tolerado por muchas de ellas, sobre todo cuando son de gran intensidad y duración. Además, si se producen por la noche, pueden llegar a afectar a la calidad del sueño".
Los sofocos son episodios que pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y ocurren en cualquier momento del día o la noche.
Para la experta, hay que tener en cuenta que no hay dos experiencias de menopausia idénticas. Mientras que algunas mujeres pueden sufrir síntomas intensos como sofocos severos o pérdida de densidad ósea acusada, otras atraviesan la menopausia sin apenas molestias. Los factores genéticos, el estilo de vida y la salud general juegan un papel destacado en cómo se vive esta experiencia vital.
Síntomas de los sofocos
Clinica Mayo nombra los más destacados:
¿Qué tratamientos suelen seguir?
Muchas veces el médico decide poner un tratamiento hormonal conocido como terapia hormonal sustitutiva, que dependerá de los síntomas que sufra la mujer y de sus antecedentes personales/familiares. "Este tratamiento siempre es bajo decisión y prescripción médica", relata la experta.
Además especifica que es muy habitual que las mujeres, durante esta época de su vida, tomen complementos alimenticios formulados en base a fitoestrógenos. Es decir, ingredientes de origen vegetal (fito) que aportan principios activos que ejercen una actividad similar a la de los estrógenos femeninos.
"Se ha observado que el consumo de estos ingredientes alivia aquellas molestias secundarias a la disminución de los niveles de estrógenos femeninos, hecho principal que marca este periodo de la vida, por la similitud con los estrógenos propios de la mujer".
Concretamente para los sofocos, la doctora nombra que es muy útil vestirse con varias capas de ropa, dormir en una habitación fresca, evitar las comidas picantes, la cafeína y el alcohol, y aprender técnicas de respiración y relajación. Los tratamientos hormonales pueden ser una opción, pero siempre bajo la supervisión médica. Complementos alimenticios con vitamina B6, que ayuda a regular la actividad hormonal y es perfecto para ayudar a mejorar la calidad de vida en la menopausia.
La experta también recomienda implementar cambios positivos en el estilo de vida: incorporar (o mantener) el ejercicio físico y eliminar el sedentarismo; mejorar la alimentación, aumentando el consumo de alimentos vegetales, disminuyendo el azúcar, la sal y el alcohol y eliminando los alimentos ultraprocesados; mejorar el descanso y la calidad del sueño; disminuir el estrés y mantener las relaciones sociales y el tiempo de ocio.
Otros cambios físicos importantes en la menopausia
Un cambio físico que afecta y preocupa a muchas mujeres es el aumento de peso que, aunque no afecta a todas ni mucho menos, sí aumenta su frecuencia en esta etapa de la vida. Así lo destaca Sonia Clavería: "los cambios hormonales de esta etapa influyen tanto en el proceso interno celular de la metabolización de los alimentos, como en la sensación de hambre y saciedad o en la retención del líquido corporal".
Otro cambio que puede resultar llamativo es el aumento de la sequedad a nivel de piel y mucosas, lo que se traducirá, por ejemplo, en una piel más seca en la que las arrugas pueden hacerse más marcadas o visibles y en sequedad vaginal que puede causar escozor, irritación y molestias en la zona.