Los retoques y tratamientos estéticos atraen miradas, comentarios y mucho, mucho interés. Querer saber qué te has hecho o qué te haces y con quién es un tema de conversación que encanta a la mayoría de las mujeres, entre las que me incluyo.

En primer lugar, nos pierde hablar sobre los productos de la rutina skincare diurna o nocturna y cuando ya hemos desmigado este tema pasamos al siguiente: los tratamientos faciales. Y aquí haré la primera parada de este artículo, para compartir los que he probado y a los que le soy totalmente fiel después de 7 años.

El primer tratamiento de medicina estética que me realicé fue en abril de 2018 y fue con neuromoduladores, el comúnmente llamado botox. Creo que posterior a este tratamiento en pocas, poquísimas ocasiones me he visto cara de cansada y eso, estarás conmigo amiga, suena muy bien.

Gesticular en exceso con el rostro, que el músculo tenga mucha fuerza y, no me escondo, el abuso del sol en la juventud pueden hacer que una mujer de 39 parezca más mayor de lo que en realidad es, como era mi caso. Así que inyectarme botox me devolvió la edad que cronológicamente me correspondía y desde entonces es mi tratamiento por excelencia del que no tengo ninguna intención de separarme, te lo aseguro.

Lo que más destaco de este tratamiento es que a medida que lo he ido realizando las arrugas y líneas de expresión se han atenuado. En absoluto tengo ahora las mismas arrugas que antes de empezar a inyectarme botox, cuando se va el efecto de este.

La mejor recomendación que puedo dejar aquí es que confíes en un médico estético del que tengas buenas referencias, del que conozcas su trayectoria y del que te gusten los resultados porque este es un tratamiento que bien inyectado, de manera sutil y estratégica te devuelve el aspecto descansado pero que mal inyectado, a modo basto y generoso, puede dejarte una expresión antinatural.

La clave del botox está en parecer precisamente que no te inyectas botox. A mí, personalmente me hace sentir muy a gusto porque puedo seguir mostrándome expresiva con la cara sin sentir que al hacerlo me pongo años encima. Tener arrugas al hacer gestos faciales no me incomoda pero parecer más mayor de lo que soy sí.

Otro tratamiento que recomiendo muchísimo es el ácido hialurónico. Es un componente del que nuestra piel tiene superávit durante la juventud pero el cual empieza a disminuir según cumplimos años.

Inyectar AH devolverá a tu piel la tersura y firmeza que inevitablemente pierde con el paso del tiempo. Es la pareja perfecta del botox, ya que combinado -no me refiero en la misma sesión sino alternando ambos tratamientos- disminuye las arrugas porque mejora la elasticidad y la firmeza de la piel, además de aportarle muchísima hidratación porque precisamente es un agente hidratante.

Un tratamiento muy recomendable y que también forma parte de mi lista de imprescindibles es la luz pulsada intensa (Intense Pulsed Light), conocido como IPL. Es una solución para el rejuvenecimiento de la piel y la corrección de imperfecciones, como manchas solares, arañas vasculares, rosácea así como también mejorar la textura y la calidad de la piel. La pregunta del millón cuando publico este tratamiento es "¿duele?" y lo cierto es que es totalmente soportable. Los disparos pican un poco pero, insisto, se soportan sin necesidad de anestesia al menos en mi caso. Y en pocos días luces una luminosidad y uniformidad en el tono de la piel que te bastará y servirá con hacerte tu rutina skincare y prescindir de maquillaje. Pruébalo y me dices.

Toma nota de este otro tratamiento: Hydrafacial. Suelo realizarlo en cada cambio de estación. Es una limpieza facial en profundidad y más completa que las convencionales porque se realiza con dispositivo -no con la mano- y distintos cabezales; de esta manera la penetración es más profunda y los resultados más duraderos. Limpia, extra e hidrata en profundidad.

Recomendación: si tienes un evento significativo realízate este tratamiento un par de días antes para lucir tu versión más luminosa porque aporta un glow inigualable.

En julio de 2022 tuve el primer contacto sutil con un tratamiento de labios. Tenía muchas ganas de un pequeño aumento, pero no me atrevía sin hacer un "simulacro" antes, así que me realicé una hidratación de labios, ya que al hacerla siempre aumenta un poquito el tamaño y te sirve para valorar e intuir si te gustará o no el resultado en caso de realizar un aumento. Se realiza con ácido hialurónico porque como he mencionado antes es un agente hidratante y actúa como una esponja que atrae y retiene agua, lo que proporciona una hidratación profunda a los labios mejorando la sequedad. El resultado me gustó muchísimo y lucí unos labios saludables durante todo el verano.

Si sufres de labios agrietados te recomiendo mucho este tratamiento. Meses más tarde y después de la magnífica experiencia que tuve con la hidratación de labios me animé con el aumento de labios. La primera vez que me aumenté los labios fue el 3/4/23 y el resultado me encantó. Me sentí muy cómoda con el cambio sutil, aunque apreciable, así que tardé 1 año y 3 meses en repetir, porque en todo ese tiempo me sentí a gusto con el resultado y sentí la necesidad de retocarlos. Cuando eso pasa lo acojo como señal de que el retoque está bien realizado. Finalmente, el 1/7/24 volví a aumentarlos y el resultado volvió a quedar natural y acorde a mi expresión, algo que considero vital para seguir sintiéndote tú misma.

Si te animas con este tratamiento ve poco a poco; unos labios bien definidos, con una bonita forma y un volumen adecuado a tus facciones mejorará tu expresión pero aumentarlos demasiado puede hacer que el rostro gane volumen. En los retoques, la sutileza es la clave.

Toma nota de este otro tratamiento que junto con la luz pulsada es otro push de luminosidad: radiofrecuencia. Concretamente recomiendo Exilis Ultra 360º que es la que yo me realizo. Se trata de un dispositivo no invasivo que utiliza simultáneamente radiofrecuencia y ultrasonido en la zona facial integral: cara, cuello y escote. El objetivo es reducir arrugas, mejorar la flacidez y remodelar el rostro. El complemento perfecto para combinar con el resto de tratamientos que he mencionado.

Otro tratamiento que te recomiendo si quieres deshacerte de algún tatuaje es, sin lugar a dudas, el láser Picoway. La eliminación de tatuajes es un proceso muy lento pero también muy eficaz. Yo lo inicié en marzo de 2017 y aunque 2 de los 3 tatuajes que tratamos han desaparecido por completo, hay uno que 8 años más tarde sigue dando guerra. En todo este proceso de eliminación de tatuajes me han realizado 15 sesiones, porque este tipo de láser es más eficaz cuanto más tiempo dejas pasar entre sesiones. Es por este motivo que hay que ser paciente, porque aunque el resultado se aprecia poco al inicio, llega un momento en el que se empieza a apreciar la pérdida de intensidad en la tinta y la total desaparición en algunos puntos y es justo ahí cuando empiezas a motivarte con el proceso. En este tratamiento es igual de importante que confíes en un profesional y experto en la materia porque si no además de perder tiempo perderás dinero.

Y para acabar, te hablaré de ResurFX. Es un láser para mejorar el aspecto de las cicatrices, las estrías y la pigmentación. En mi caso lo hemos utilizado para mejorar el aspecto de la cicatriz submamaria por el aumento de pecho que me realicé el año 2016 y del que te hablaré, junto con otra operación de estética, en el siguiente artículo. La cicatriz inframamaria se realiza a nivel del surco submamario, donde la mama se une al tórax, y aunque queda bastante camuflada y es tan solo una línea fina, con este tipo de láser hemos conseguido mejorar todavía más el aspecto.

Con tan solo 4 sesiones bastante espaciadas ambas cicatrices están mucho más disimuladas y su aspecto es más sutil. 9 tratamientos que realizados siempre por médicos expertos y combinados con sensatez harán que te sientas mejor por fuera.

En muchos casos tomar decisiones en relación a retoques va más allá de una simple cuestión estética, así que voy a dejar aquí una reflexión que escuché en un podcast y que creo que define bastante bien lo que pretendo decir: "La belleza no es una frivolidad; tiene un impacto en el bienestar. No en la autoestima, porque eso es algo que se forja desde la infancia y no por mejorar un defecto físico o hacer desaparecer un complejo nos mejora la autoestima pero sí mejora la seguridad en una misma y de manera colateral se ve beneficiada la autoestima."

Si tienes alguna pregunta sobre alguno de los tratamientos que menciono puedes escribirme a mi perfil de Instagram @cristinismos y estaré encantada de responderte y/o aclarar tus dudas, así como recomendarte profesionales de la medicina estética.