Las recetas de toda la vida, aquellas que pasan de generación en generación de abuelas a madres y de estas a sus hijas y así sucesivamente son las más valiosas porque cada una aporta sus recomendaciones que luego son aplicadas y reproducidas por la siguiente generación familiar, pero cada quien le da su toque personal. Platos de cuchara, carne asada, tortilla, arroz con leche y dulces son algunas de estas propuestas que nos reconfortan y nos hacen recordar a los que ya no están. Es una forma de rendirles homenaje a través de la elaboración de un plato. Algunas de estas recetas, como empanada, croquetas, albóndigas, ropa vieja o sopa de pescado, se hacían para aprovechar los productos que habían sobrado de preparar otras comidas. Hoy en día también suele ser así, con el pollo o el pescado sobrante se pueden hacer albóndigas, hamburguesas, croquetas, empanadas y hasta una tortilla rellena. Con otras se consigue que ingredientes que por sí solos son difíciles de comer porque no nos gustan, pero que sabemos que son necesarios para nuestra alimentación, se integren en elaboraciones con las que estamos más familiarizadas y nos encantan. En Cocina con Carmen, por ejemplo, enseñan cómo hacer para que las albóndigas de berenjena queden tiernas y jugosas. A simple vista, dan totalmente el pego y parecen las de siempre. Las acompañan de una salsa napolitana. 

Albóndigas de berenjena en salsa Napolitana

Ingredientes

• 2 berenjenas.
• 1 cebolla.
• 1 diente de ajo.
• 1 huevo.
• 350 g de salsa de tomate frito.
• 100 g de pan rallado o copos de avena o maíz triturados.
• Harina de trigo o maicena. 
• Aceite de oliva.
• Perejil.
• Orégano.
• Albahaca.
• Pimienta.
• Sal.

Elaboración:
Comienza abriendo las berenjenas por la mitad, hazles unos cortes con el cuchillo, espolvorea un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva por encima. Tápalas con el papel film y mételas en el microondas para que se cocinen durante diez minutos. Una vez transcurrido el tiempo pertinente, retira el papel y el exceso de agua. Mientras se enfrían aprovecha para picar el perejil y la cebolla y ponlos a sofreír en una sartén con aceite. Después, pasa la cebolla para un recipiente, quítale la carne a las berenjenas ayudándote de una cuchara e introdúcela también en el bol. Añade el ajo picado, el perejil, un huevo, una pizca de sal y pimienta. Mezcla todo con un utensilio, incorpora el pan rallado y remueve. A continuación, coge pequeñas porciones de masa y forma una bola, rebózalas en harina y colócalas en un plato. Fríelas en aceite y cuando estén listas por ambas caras ponlas sobre un papel absorbente. Por último, le toca le turno a la salsa de tomate frito. Ponla en la cazuela, agrega el orégano y la albahaca, mezcla y una vez que esté caliente, deposita en su interior las albóndigas y tapa el recipiente. Déjalas unos minutos al fuego antes de retirarlas. 

Ahora vamos a por un plato más contundente, de esos que reconfortan cuando hace frío y llueve. Los callos y el caldo son dos propuestas gastronómicas copiosas, que pueden ser difíciles de digerir para algunas personas, pero cuando se comen, el cuerpo se atempera y el alma se regenera. Ambas se acompañan de carne y de chorizo. Como se trata de tomar como base una receta tradicional y adaptarla a los nuevos tiempos, en el videotutorial de Rosa cocinera y madre parten de unos garbanzos cocidos con patatas a los que añaden un aroma que nos transporta al mar y a su brisa.

Garbanzos a la marinera

Ingredientes

• 300 g de garbanzos.
• 100 g de tomate natural triturado o rallado.
• 8 gambones o langostinos.
• 1 litro de caldo de pescado.
• 2 dientes de ajo.
• 1 sepia.
• 1 vaso de vino blanco.
• Medio kilo de mejillones.
• Media cebolla.
• Medio pimiento rojo.
• Pimentón.
• Aceite de oliva.
• Sal.

Elaboración:
Deja los garbanzos a remojo en un bol la noche anterior. Pon una cazuela al fuego, echa mitad de un vaso de vino, tápala y cuando se forme el vapor, incorpora los mejillones y déjalos aproximadamente 3 minutos, hasta que veas que están abiertos. Luego, pela y limpia bien los gambones. Saca los mejillones para un bol, cuela el caldo para otro recipiente. Seguidamente, corta la sepia en cuadraditos medianos y coloca una cazuela al fuego, vierte un chorrito de aceite de oliva, dora los gambones y  espolvorea una pizca de sal. Cuando ya estén hechos, resérvalos, y en ese mismo recipiente cocina la sepia hasta que se dore. Remueve de vez en cuando, agrega sal y resérvala también. A continuación, añade el aceite y deposita en el interior de la olla la cebolla, el pimiento y los ajos picados, rectifica el punto de sal. Mientras tanto, cocina las cabezas y la piel de los gambones en aceite, aplástalos con un utensilio, echa el resto del vino que había sobrado, cúbrelo con caldo o agua y deja que rompa a hervir. Cuando esto suceda, apaga el fuego. Quítale las cáscaras y limpia los mejillones. Finalmente, adereza las verduras pochadas con el pimentón, incorpora el tomate natural, los garbanzos, cúbrelo todo con el caldo de gambas escurrido que habías preparado anteriormente, así como con el agua de cocer los mejillones y el caldo de pescado. Deja que se cocine entre una hora y hora y cuarto. Una vez que esté a punto de concluir el tiempo de cocinado, agrega los gambones, la sepia y los mejillones, mezcla, y añade un poco más de caldo. 

Otra de las recetas estrella de la gastronomía popular es la tortilla de patatas, a la que no paran de hacerle versiones: con patata cocida o cebolla caramelizada, de garbanzos, rellena, elaborada con patatas fritas de bolsa o preparada en freidora de aire. Se puede comer fría o caliente, al día siguiente, en bocadillo, como pincho, acompañada de una taza de café al desayuno o a media mañana, o como comida o cena. Cualquier momento es el idóneo para degustarla. En el canal de YouTube de Gipsy Chef TV van un paso más y consiguen que quede crujiente e igual de apetitosa que la original. 

Tortilla crujiente

Ingredientes

• Huevos.
• Tomates cherri.
• Queso curado.
• Albahaca fresca.
• Pimienta.
• Sal.
• Aceite de oliva virgen extra.

Elaboración:
Casca tres huevos e introduce en el vaso de la batidora un huevo entero con dos claras y reserva las dos yemas restantes. Agrega un puñado de hojas de albahaca fresca, una pizca de sal y un chorrito de aceite. Tritura todo. Corta los tomates y mételos en un cuenco, salpimienta, y añade poco de aceite. Seguidamente, echa un poco de aceite en una sartén y deja que se caliente, ralla encima el queso, agrega la pimienta y cocínalo a fuego lento hasta que empiece a burbujear. Cuando esto suceda, incorpora la mezcla de huevo, pon los tomates cherri, tapa el recipiente y cocina todo durante tres minutos. Finalmente, saca la tortilla de la sartén, extiende el huevo por su superficie, dóblala, agrega más huevo por encima y decórala con hojas de albahaca.

FOTO PRINCIPAL.: Foto de Reshu Drolia en Unsplash.