En primer lugar, se elige la fragancia favorita para llenar el Ánfora de 150 ml. La selección se realiza entre la amplia familia de perfumes Dior, que incluye más de cincuenta fragancias, incluidas las de La Collection Privée Christian Dior. A continuación, llega el tan esperado momento de la personalización, ...
En primer lugar, se elige la fragancia favorita para llenar el Ánfora de 150 ml. La selección se realiza entre la amplia familia de perfumes Dior, que incluye más de cincuenta fragancias, incluidas las de La Collection Privée Christian Dior. A continuación, llega el tan esperado momento de la personalización, basada en los códigos atemporales del universo Dior. La ornamentación del cuello de vidrio del Ánfora se selecciona entre una variedad de cordones en algodón blanco, negro, azul marino, gris, rojo o incluso en lurex dorado o rosa. A esto se suman unos "charms" disponibles en doce versiones con fondo esmaltado en negro, dorado o blanco, que representan los símbolos icónicos de Dior, como la estrella, la abeja, el trébol o el monograma CD.
Este es el paso a paso de un proceso único hasta llegar al perfume final, listo para regalar que Dior convierte en un obsequio inolvidable.
El Ánfora como símbolo de las civilizaciones antiguas nos recuerda que lo bello perdura en el tiempo. Y sigue brillando en el universo Dior porque este frasco de culto evoca una feminidad triunfante y una sofisticación que tanto apreciaba Christian Dior, hoy se convierte en la oferta de personalización emblemática de la Maison a través de un servicio a semi-medida exclusivo.
El trabajo artesanal se refleja en los refinados detalles: cada Ánfora se moldea en una cristalería francesa, fabricándose en varias piezas que seguidamente se ensamblan con precisión. A continuación, se esculpen a mano cada uno de sus lujosos detalles: desde las facetas del frasco hasta la estrella grabada en la base o en el tapón, como un símbolo mágico caído del cielo. El toque final lo aporta un delicado baño de oro de 22 quilates, aplicado a mano. Este exclusivo servicio a semi-medida ofrece una personalización exclusiva, que también rinde homenaje al arte y a la tradición perfumista transmitida de generación en generación.
Otra opción para adornar el cuello del frasco es un elegante lazo de seda en azul o rosa, decorado con los estampados icónicos Oblique o Pata de gallo. Hay dos formas emblemáticas de anudarlo: el atrevido lazo «puñal» o el «Mitzah», colocado de lado.
Por último, la fase final, tan refinada como personal: la grabación. Iniciales, un nombre o un mensaje de amor, todo es posible para crear un ánfora única y personalizada.