La estimulación física y la interacción social son los dos factores que, junto con la salud, más influyen en el bienestar de un animal de compañía y, por tanto, en su felicidad. Según un estudio de la Fundación Affinity, en España los perros dan de media dos paseos al día, ...
La estimulación física y la interacción social son los dos factores que, junto con la salud, más influyen en el bienestar de un animal de compañía y, por tanto, en su felicidad. Según un estudio de la Fundación Affinity, en España los perros dan de media dos paseos al día, aunque la duración y la frecuencia pueden variar según la raza, la edad y el estilo de vida de la familia.
Sin embargo, los perros no son los únicos beneficiados de los paseos. Varios estudios apuntan que convivir con un perro facilita que las personas que cuidan de ellos tengan más actividad física y un mayor acceso a zonas verdes. Esto ayuda a reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional, gracias a la liberación de endorfinas y oxitocina, relacionadas con la felicidad. Salir a pasear con tu perro también ayuda a fortalecer el vínculo con el animal y a tener una rutina más estable. Según un estudio de la revista Nature-Scientific Reports, el 64% de las personas que participaron que conviven con un perro cumplen con las dos horas y media de actividad física que recomienda la OMS a la semana, solo caminando con el animal.
"Este beneficio potencial no se materializa de forma espontánea por el simple hecho de convivir con un perro. Para que el 'efecto perro' funcione es esencial que la persona reconozca, en primer lugar, la importancia de realizar ejercicio físico para mejorar su propia salud. Además, debe comprender que el perro necesita actividad física regular y acceso al exterior para mantener un adecuado bienestar físico y mental. Vemos que el perro es un excelente promotor de la actividad física que hoy sabemos que es esencial para mantener una buena salud" explica Jaume Fatjó, Director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la UAB.
Según el experto, andar más rápido o conseguir que una parte del paseo se haga a un ritmo más intenso, y también incorporar juegos como lanzar una pelota o acceder a terrenos con inclinaciones o desniveles para conseguir una actividad más intensa, son algunas de las recomendaciones para alcanzar los objetivos que marca la OMS.
En este sentido, la Fundación Affinity insiste en que todos los perros necesitan algún tipo de caminata diaria en su rutina para tanto satisfacer sus necesidades básicas, como para jugar y estimular su actividad física. "Un perro disfruta más de un largo paseo olisqueando todo lo que encuentre a su paso que de muestras de cariño más 'humanas' como son los abrazos, algo que, en ocasiones, les puede hacer sentir incómodos. Lo que ocurre es que a menudo humanizamos las necesidades del animal, es decir, en el fondo no tenemos una perspectiva centrada en él, sino que tendemos a valorar su bienestar en función de nuestra propia percepción", aclara Laura Rodríguez, responsable de comunicación de la Fundación Affinity.
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