El tiempo de calidad describe la actitud de dedicar tiempo a cualquier actividad asociada a estar con personas con las que mantenemos una relación significativa o con las que estamos estableciéndola. Puede dedicarse a mantener conversaciones interesantes y valiosas, participar en actividades agradables con otras personas, colaborar en proyectos comunes, ...
El tiempo de calidad describe la actitud de dedicar tiempo a cualquier actividad asociada a estar con personas con las que mantenemos una relación significativa o con las que estamos estableciéndola. Puede dedicarse a mantener conversaciones interesantes y valiosas, participar en actividades agradables con otras personas, colaborar en proyectos comunes, apoyarse mutuamente en situaciones complicadas o realizar actividades que generen empatía y comprensión, por ejemplo.
También es posible describir tiempo de calidad en solitario. Cada persona tiene una relación intrapersonal con ella misma y, dedicarle tiempo mejora el bienestar subjetivo. Esta actitud genera una mejoría personal, reduce el estrés, fomenta la creatividad y proporciona placer.
El tiempo de calidad implica realizar actividades de forma activa (sola o acompañada) que te hacen sentir mejor, con las que disfrutas y te permiten liberar la mente de los estímulos negativos que se acumulan cada día.
En ocasiones nos sentimos mal por no poder ofrecer a otra persona todo el tiempo que nos gustaría o nos preocupamos en exceso porque queremos pasar mucho tiempo con alguien. Algunos factores (como la rutina, la distancia o la agenda personal, entre otros) pueden resultar determinantes en las relaciones que establecemos con los demás o con nosotros mismos. Aprender a gestionar estos factores es importante, especialmente cuando lo hacemos de manera consciente y focalizando nuestro esfuerzo en disfrutar de tiempo de calidad.
Cuando te regalas tiempo de calidad, mejoras tus vínculos afectivos y potencias la reciprocidad afectiva. Los beneficios se presentan a todos los niveles:
1-En el ámbito de las relaciones familiares, el tiempo de calidad se asocia a un mejor ajuste emocional y social en los hijos. Facilita el aprendizaje de los niños y potencia su desarrollo integral (cognitivo, afectivo y social) porque, cuando compartimos situaciones y vivencias empleando una comunicación adecuada, estamos reforzando y mejorando su autoestima.
2-A nivel de pareja, el tiempo de calidad se asocia con un mayor apoyo emocional, que genera mejor comunicación y facilita la resolución de conflictos. La cercanía emocional facilita el crecimiento personal de ambos porque estos momentos compartidos sirven para establecer una correcta conexión y resolver algunas situaciones complejas presentes y futuras. Además, proporciona confianza entre los miembros de la pareja porque la seguridad se incrementa cuando tenemos un conocimiento real del otro y de nosotros mismos. El tiempo de calidad nos permite aprender a apreciar y valorar más a la otra persona porque obtenemos una mayor confianza en nosotros mismos y en nuestra pareja.
3-En relación a la amistad, pasar tiempo de calidad con amigos se vincula a menores niveles de soledad y mayor percepción de apoyo social. Las relaciones interpersonales de amistad caracterizadas por el apoyo emocional y la reciprocidad son fundamentales para conseguir bienestar emocional.