¿Puede la actividad física prolongar la esperanza de vida? La respuesta, por si quedaba alguna duda, es sí. Un artículo de revisión realizado por la Universidad de Western Ontario (Canadá) y publicado en el Canadian Medical Association Journal (CMAJ), recopila evidencia considerable que respalda el importante papel que desempeña el ...
¿Puede la actividad física prolongar la esperanza de vida? La respuesta, por si quedaba alguna duda, es sí. Un artículo de revisión realizado por la Universidad de Western Ontario (Canadá) y publicado en el Canadian Medical Association Journal (CMAJ), recopila evidencia considerable que respalda el importante papel que desempeña el ejercicio en la prevención o reducción de los efectos de las enfermedades y ofrece información sobre cómo "prescribir" ejercicio efectivo.
La población española y europea envejece a pasos agigantados, al igual que en la mayoría de países occidentales. Según los últimos datos de Eurostat, la agencia estadística comunitaria, en 2022 la edad media de los europeos era de 44,4 años, 0,3 más que el año anterior. Uno de cada cinco ciudadanos (el 19,2% de la población) tiene más de 65 años. En total son más de 97,7 millones de personas. De ellos, los que tienen más de 80 años representan el 5,1% de la población (25 millones de personas).
En este contexto, más del 80% de los adultos no cumple con las recomendaciones de actividad física. "El deporte es una de las formas más importantes de preservar o mejorar la independencia funcional, incluso entre los adultos mayores que son frágiles o se considera que tienen un mayor riesgo de caídas", destaca la profesora
Jane Thornton, coautora del estudio y directora de salud, medicina y ciencia del Comité Olímpico Internacional. Así, resalta, "los niveles más altos de actividad física en la vejez se asocian con mejoras en la cognición, la salud mental y la calidad de vida".
Más de 30 razones para prescribir ejercicio
Un metaanálisis de 2023 de varios estudios de gran tamaño descubrió que 150 minutos de actividad física moderada cada semana reducían el riesgo de muerte por todas las causas en un 31%. Las investigaciones han demostrado en repetidas ocasiones que la actividad física es esencial para envejecer bien y puede ayudar a prevenir o reducir enfermedades en más de 30 afecciones crónicas, como la enfermedad de las arterias coronarias, la insuficiencia cardíaca, la diabetes mellitus tipo 2, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la osteoporosis, la depresión, la demencia y el cáncer.
Los beneficios de la actividad física regular incluyen protección contra el riesgo de muerte por cualquier causa; prevención de caídas mediante una mayor fuerza muscular y un mejor equilibrio; salud de los huesos y las articulaciones, incluida una mejor densidad ósea y el alivio de algunos síntomas de la osteoartritis; mejora de la función cognitiva y un mejor estado de ánimo y salud mental; y capacidad para participar en las actividades diarias y una mejor calidad de vida.
Es por eso que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda entre 150 y 300 minutos de ejercicio de moderado a intenso cada semana para los adultos, incluidos los adultos mayores.