Existe un gran desconocimiento por parte de la población general sobre los procedimientos de medicina estética. Como ejemplo compartimos algunos datos de la SEME (Sociedad Española de medicina estética). Sólo un 7% de personas entrevistadas en un estudio reciente conoce que técnicas como la infiltración de toxina botulínica o el peeling medio o profundo son de uso exclusivamente médico. Ni es consciente del intrusismo en el sector: El 65% de esos procedimientos son realizados por profesionales no cualificados.El 20% se realizan en centros de belleza no regulados, peluquerías e incluso domicilios. Este profundo desconocimiento por parte de los españoles de las implicaciones de procedimientos que ejercidos por manos inexpertas (no médicas) generan complicaciones impredecibles. 

Caras en serie

Hoy las redes difunden cientso de contenidos que incitan a replicar patrones físicos contribuyendo a aumentar la presión social entre los más jóvenes. De esta manera hay quien se apunta a una Botox Party, quiere unos labios rusos u otras tendencias sospechosas.  La importancia de la apariencia física en la era de la desinformación es caldo de cultivo para la proliferación de oportunistas que, a través de las redes, incitan a la población a replicar patrones físicos artificiales que alteran sus rasgos identitarios y ponen en peligro su salud. "Muchos de estos contenidos dibujan procedimientos médicos como sencillos e inocuos pero, en manos equivocadas, ponen  en jaque la seguridad del paciente" explica el doctor Juan Antonio López López-Pitalúa, presidente de la Sociedad Española de Medicina Estética.

El doctor Sergio Fernández Mesa, vicepresidente segundo de la asociación médica, en línea con López López-Pitalúa ha explicado que "la desinformación ha fomentado la banalización de una disciplina médica contribuyendo a instaurar la idea generalizada de que procedimientos como las infiltraciones, los láseres o la radiofrecuencia son semejantes a un masaje o una limpieza facial".

Esta situación se ve agravada por el fácil acceso a materiales no regulados. "Como en otras partes de Europa, en España es fácil adquirir materiales a través de canales ilegales, de ahí el preocupante incremento de procedimientos realizados en centros no certificados", ha asegurado durante la rueda de prensa la doctora Petra Vega, tesorera de la Sociedad Española de Medicina Estética. 

Como elegir un centro de confianza

Ante todo saber distinguir entre profesional sanitario y médico, "que no son sinónimos" remarcan desde la SEME y publican esta guia para cualquier persona que desee proceder a un tratamientos médico estético.

01 Verificar la autorización del centro. Hay que buscar en REGCES que el centro cuente con la autorización U.48, otorgada por la Consejería de Sanidad.

02 Confirmar la titulación oficial del profesional. Comprobar en CGCOM (Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos) que es médico y se encuentra colegiado.

03 Pedir la identificación. Una vez en el centro, si el médico no la lleva de forma visible, hay que exigie que la muestren. Si ponen trabas, hay que descartar el centro.

04 Cúrarse en salud. Hay que exigir el sello con los productos empleados por el médico.

05 Asegurarse que se usa material adecuado. Hay que exigir que peguen en el informe médico la pegatina con el número de registro del material. Hay quien compra materiales ilegales por internet. 

06 Buscar un plus de confianza. Desde la SEME señalan que su distintivo garantiza que el centro tiene la U48, también asegura la cualificación de sus médicos.

**** La U.48 es la licencia sanitaria que identifica a la clínica como centro sanitario autorizado y la otorga la Consejería de Sanidad de cada Comunidad Autónoma. El número de centros sanitarios autorizados por el Ministerio de Sanidad para ejercer la Medicina Estética en España alcanzó los 6.305 centros con U.48 en 2021.