Según la Sociedad Española de Cardiología, correr de forma habitual ofrece numerosas ventajas para la salud, reduciendo hasta en un 27% el riesgo de mortalidad, el 30% de muerte cardiovascular y hasta en un 23% la muerte por cáncer. De hecho, se ha visto que las personas que se mantienen ...
Según la Sociedad Española de Cardiología, correr de forma habitual ofrece numerosas ventajas para la salud, reduciendo hasta en un 27% el riesgo de mortalidad, el 30% de muerte cardiovascular y hasta en un 23% la muerte por cáncer. De hecho, se ha visto que las personas que se mantienen activas físicamente viven 7 años más de media, en comparación con aquellas con características similares pero sedentarias.
Sin embargo, los expertos también advierten que correr más no es necesariamente mejor. La "hipótesis del ejercicio extremo" muestra una relación en forma de "U" invertida en cuanto a la cantidad de ejercicio que se realiza y los beneficios obtenidos del mismo: mientras la inactividad física es perjudicial, el ejercicio en exceso también puede serlo.
Las carreras de resistencia extrema, como maratones, ultramaratones, Ironman u otras pruebas similares de aventura de larga duración, desafían al cuerpo de manera intensa, lo que genera riesgos en distintos sistemas del organismo. A esto se suma, que las redes sociales y los influencers del running han impulsado la pasión por este deporte en los últimos años. Si bien esta tendencia ha fomentado hábitos saludables, también ha llevado a algunas personas a exigirse más allá de sus límites y a hacerlo sin la preparación adecuada.
En este sentido, los expertos de Cigna Healthcare analizan cómo el ejercicio extremo influye en el cuerpo y su rendimiento: