1. Manzanilla: tu infusión relajante para el estómago Si hay una planta digestiva por excelencia, esa es la manzanilla. Sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas la convierten en un remedio infalible para calmar el malestar estomacal, reducir los cólicos y combatir la acidez. Un buen truco es tomar una infusión después de ...
Si hay una planta digestiva por excelencia, esa es la manzanilla. Sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas la convierten en un remedio infalible para calmar el malestar estomacal, reducir los cólicos y combatir la acidez. Un buen truco es tomar una infusión después de las comidas para evitar esa sensación de pesadez. Solo necesitas una cucharada de flores secas en agua caliente, dejar reposar 10 minutos y ¡lista para disfrutar!
El jengibre es un aliado poderoso para el sistema digestivo. Ayuda a mejorar la digestión, alivia las náuseas y estimula la producción de jugos gástricos. Un té de jengibre fresco puede hacer maravillas después de una comida pesada. ¿Cómo prepararlo? Pela un trozo de jengibre, córtalo en rodajas y hiérvelo en agua durante 10 minutos. Puedes añadir miel y limón para potenciar su efecto y darle un toque más sabroso.
Si sueles sufrir hinchazón abdominal, el hinojo puede convertirse en tu mejor amigo. Sus semillas favorecen la digestión y reducen los gases. Un truco sencillo es masticar unas pocas semillas después de comer o preparar una infusión con una cucharadita en agua caliente. Con solo cinco minutos de reposo, tendrás un remedio eficaz y natural para mejorar tu digestión.
La menta no solo refresca el aliento, sino que también es excelente para aliviar los espasmos intestinales y mejorar la digestión. Es especialmente útil si padeces síndrome de intestino irritable. Puedes tomarla en infusión antes o después de las comidas, pero si tienes reflujo ácido crónico, consulta con un especialista, ya que en algunos casos puede empeorar los síntomas.
El gel de aloe vera es un bálsamo natural para el sistema digestivo. Ayuda a calmar el revestimiento del estómago y los intestinos, además de aliviar el estreñimiento de forma suave. Para consumirlo, extrae el gel fresco de la hoja y mézclalo con agua o zumo natural. Eso sí, no te pases con la cantidad, ya que en exceso puede tener un efecto laxante más fuerte de lo esperado.
Si la acidez es un problema recurrente en tu vida, el regaliz puede ayudarte. Su raíz protege el revestimiento del estómago y es ideal para aliviar molestias como la acidez o incluso úlceras gástricas. Puedes tomarlo en infusión hirviendo trozos de raíz seca o en forma de suplemento. Eso sí, si tienes problemas de tensión arterial alta, mejor consulta antes con un especialista.
No hace falta complicarse para aprovechar los beneficios de estas plantas. Puedes empezar con una infusión diaria de manzanilla o menta, añadir jengibre fresco a tus recetas o llevar contigo semillas de hinojo para momentos de urgencia digestiva. La clave es encontrar lo que mejor funciona para ti y mantener un consumo moderado.