Las tres claves que podrían ayudar a prolongar la lactancia materna

María Robert 

Un estudio canario analiza la estructura interna de la escala utilizada para medir la autoeficacia en la lactancia, denominada Breastfeeding Self-Efficacy Scale-Short Form (BSES-SF)

05/02/2025

Seguridad, competencia y motivación. Estos podrían ser las tres claves para prolongar la lactancia materna, de acuerdo a un artículo que un grupo de investigadores de las facultades de Ciencias de la Salud y de Psicología de la Universidad de La Laguna y del Servicio Canario de la Salud ha ...

Seguridad, competencia y motivación. Estos podrían ser las tres claves para prolongar la lactancia materna, de acuerdo a un artículo que un grupo de investigadores de las facultades de Ciencias de la Salud y de Psicología de la Universidad de La Laguna y del Servicio Canario de la Salud ha publicado en la revista Midwifery. Esta investigación analiza la estructura interna de la escala utilizada para medir la autoeficacia en la lactancia, denominada Breastfeeding Self-Efficacy Scale-Short Form (BSES-SF).

Dicha autoeficacia se puede definir como la creencia en las propias capacidades para lograr un objetivo o realizar una tarea, en este caso, alimentar al niño al pecho. En este caso, influye en las respuestas de las madres (esfuerzo y pensamientos) ante las dificultades que pueden surgir al comienzo o durante la lactancia y está influenciada, entre otros factores, por la experiencia previa en la lactancia y por el nivel de apoyo que la madre recibe de su pareja y de los profesionales de la salud.

La importancia de este hallazgo es que permitirá realizar una evaluación individualizada del perfil de cada progenitora, lo cual facilitará a los profesionales de la salud diseñar intervenciones enfocadas al mantenimiento de la lactancia, ajustadas a cada perfil.

Como sabemos, la lactancia materna posee efectos protectores en la salud tanto de las madres como de los lactantes, ofreciendo a estos últimos un óptimo inicio en la vida, el desarrollo más adecuado y protección frente a enfermedades. En los últimos años, las tasas de lactancia materna exclusiva a los 6 meses han ido aumentando en España desde un 28% en 2011 hasta el 39% en 2017. Sin embargo, aún no se ha alcanzado la meta propuesta por la Organización Mundial de la Salud de que al menos el 50% de los lactantes reciban lactancia materna exclusiva a los 6 meses. Para lograrlo, es importante identificar los factores modificables que influyen en el inicio y mantenimiento de la lactancia, de ahí el papel destacado de la escala BSES-SF.

Desarrollo de los factores que influyen a la hora de mantener la lactancia

En específico, se sabe que uno de esos factores es la ya citada autoeficacia de las madres en la lactancia materna, la cual, según estudios previos, cuanto más sólida es su percepción, mayor es el esfuerzo por mantener y prolongar la lactancia, lo que explica que haya una asociación entre la autoeficacia y las tasas de lactancia materna.

Este estudio planteó como objetivos explorar la estructura interna de la escala BSES-SF para comprobar si era posible agrupar sus ítems en distintos componentes, y analizar si su puntuación cambia a lo largo de los primeros meses de lactancia y si se relaciona con el abandono precoz de la misma. El estudio se realizó en el Hospital Universitario de Canarias (Tenerife) y el Hospital comarcal Universitario Doctor José Molina Orosa (Lanzarote), con la participación de 272 madres primíparas. A las 48 horas del parto y a los 3 y 6 meses se registró el tipo de lactancia, la escala de autoeficacia en la lactancia materna y otras variables sociodemográficas y clínicas.

Corroborando estudios previos, el grupo de investigación comprobó que la puntuación de la escala BSES-SF aumentó a lo largo de la lactancia. El incremento fue mayor en las madres con lactancia exclusiva o predominante. También se constató que era posible diferenciar tres componentes en la escala: la seguridad en la lactancia, la competencia para afrontar la lactancia y sus posibles dificultades y la motivación para amamantar.

El componente de motivación era el más estable de los tres, sin cambios significativos a lo largo del periodo de seguimiento. El componente de seguridad tenía inicialmente valores bajos y aumentó rápidamente entre los 3 y 6 meses, lo que posiblemente guarda relación con el hecho de que las madres van ganando experiencia.

Por otro lado, tanto el componente de seguridad como el de competencia alcanzaban valores significativamente más altos a los 3 meses en las participantes en el estudio que continuaban con lactancia materna exclusiva en comparación con las que habían pasado a lactancia parcial, es decir, que suplementaban la leche materna con una fórmula infantil. Según el estudio, el componente de competencia es el que mejor predice el mantenimiento de la lactancia materna a los 6 meses, con una influencia aún mayor que el nivel de estudios materno, un factor que se ha demostrado que guarda relación con la duración de la lactancia materna, en numerosos estudios previos.

Basándose en esos resultados, el grupo investigador considera que las intervenciones para mejorar las tasas de lactancia maternal deberían estar centradas en las madres con mayor riesgo de abandono precoz de la lactancia materna, e incluir estrategias basadas en las necesidades individuales de las madres, centrándose especialmente en aquellas dirigidas a empoderarlas y aumentar su nivel de competencia.

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