De manera general, las personas son capaces de identificar el enfado y expresarlo de manera moderada. Los especialistas aportan una serie de características que pueden ayudarnos a entender su importancia en el desarrollo personal. Destacarían: 1-El enfado es una emoción que debe comprenderse desde una perspectiva evolutiva porque el hombre se ...
De manera general, las personas son capaces de identificar el enfado y expresarlo de manera moderada. Los especialistas aportan una serie de características que pueden ayudarnos a entender su importancia en el desarrollo personal. Destacarían:
1-El enfado es una emoción que debe comprenderse desde una perspectiva evolutiva porque el hombre se ha enfadado desde su aparición en la tierra. De hecho, es necesario para nuestra supervivencia porque nos ayuda a eliminar amenazas.
2-Es una emoción intensa asociada a elevados niveles de activación autonómica. Esta activación nos permite luchar de manera más eficaz porque aporta un alto nivel de energía imprescindible para poder enfrentarnos a las amenazas.
3-Cuando nos enfadamos se presentan cambios fisiológicos, cognitivos y motores. El enfado se considera la emoción básica que maneja la agresividad.
4-La manera personal de expresar el enfado y la forma en que se perciben ciertas situaciones como amenazantes, están condicionadas por el contexto sociocultural en que cada persona se ha criado y su historia de aprendizaje individual.
5-En el lenguaje coloquial, muchas veces se utilizan indistintamente las palabras enfado y agresión, pero no es correcto. El enfado es una emoción y la agresión es una conducta motora, verbal o física. A pesar de esta indicación, es difícil encontrar estados intensos de enfado que no incluyan un cierto grado de agresividad y comportamientos agresivos que no estén causados, en cierto modo, por una emoción de enfado.
6-El enfado patológico describe a una persona que se enfada demasiadas veces, con demasiada intensidad o con demasiada duración, aunque no puedan ser considerados criterios sólidos para diferenciar el enfado normal del patológico.
Los especialistas señalan que, podría describirse tres formas de vivir el enfado debido a las diferencias individuales, aunque no es infrecuente que se presenten las tres de manera conjunta. Así:
-Algunas personas se enfadan ante estímulos variados y amplios o presentan un umbral de detección de estímulos amenazantes muy bajo. Si a ello se une que reaccionan aproximándose a la situación, en vez de huir para eliminar el peligro, nos encontraremos ante personas que se enfadan fácilmente, viven constantemente en un estado de irritación y sus conocidos los definen como gruñones, cascarrabias o de mal genio.
-En algunas personas, la intensidad del enfado es muy severa e intensa. Presentan una alteración psicofisiológica muy alta y rápida, por lo que exteriorizan su enfado realizando conductas disruptivas y agresivas (insultos, palabras groseras, violencia contra objetos y agresión física). Suelen ser descritas por sus conocidos como personas que pierden los papeles o que suelen montar broncas.
-También se presenta enfado excesivo en las personas a las que les dura mucho tiempo (días, e incluso semanas). Reaccionan con un estado de rencor constante ante la incapacidad de procesar correctamente el evento desencadenante y sienten que no desaparece porque lo perciben presente. Las personas que les rodean los describen como rencorosos, amargados e incapaces de perdonar.