Las dietas milagro no existen, por más que nos bombardeen con ellas de forma continuada. No podemos sobrevivir a base de comer piña durante varios días porque este método es tan restrictivo que nos faltarían los nutrientes necesarios para que el organismo funcionase correctamente y aunque en un principio perdiésemos líquidos y bajásemos la hinchazón, la grasa sigue estando presente, por lo que se convertiría en un espejismo y pondríamos en peligro nuestra salud.

Tampoco se libran del efecto rebote, ya que una vez concluido el período de la dieta podríamos recuperar el peso que habíamos perdido. Otras personas se someten el ayuno intermitente, que consiste en concentrar el consumo de alimentos en un período de tiempo concreto y el resto de las horas solo beber líquidos. Aunque dentro de esta modalidad puede haber diferentes variantes: de 12 horas, de entre 16 y 18 horas, ayuno de un día completo o más de un día, tal y como se observa en la página web de Tu canal de salud de Quirónsalud.

No es oro todo lo que reluce
El agua estructurada es un agua cuya estructura molecular ha sido modificada para convertirse en hexagonal. Para lograr que adquiera este formato ha sido sometida a un tratamiento magnético, ha pasado por un proceso de congelación, ha sido tratada con un instrumento tecnológico que recrea el movimiento en espiral del agua, ha sido expuesta a la luz ultravioleta o sometida a vibraciones. En la web de Birdman informan sobre algunas de estas técnicas.

En lo que respecta al agua común, las moléculas están desordenadas y no responden a un diseño fijo, mientras que en el caso del agua estructurada estas se ordenan dando lugar a este diseño geométrico, y esto le proporciona unas propiedades y beneficios casi milagrosos que carecen de base científica. Entre las supuestas ventajas que se le atribuyen destacan su capacidad para mejorar la hidratación y conseguir que nos veamos con más energía y vitalidad. Al ser considerada más pura, se dice que ayuda a eliminar las toxinas, favorece la circulación sanguínea, tiene propiedades antiinflamatorias y facilita una recuperación más rápida tras la práctica deportiva. Aunque existen varios estudios publicados en el que se aborda este tema, no existe nada concluyente que pueda confirmar que el agua estructurada tenga un impacto positivo sobre la salud ni que deba ser utilizada como complemento en una dieta para bajar de peso. 

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