10 consejos para una buena salud ocular

María Robert 

La prevención, a través de un estilo de vida saludable, es esencial para evitar o retrasar problemas de visión, como la miopía

27/01/2025

En un mundo cada vez más sedentario y dependiente de las pantallas, la salud ocular se convierte es un tema cada vez más preocupante. Este nuevo estilo de vida favorece la aparición de defectos refractivos como la miopía, que se estima que afectará al 50% de la población mundial en ...

En un mundo cada vez más sedentario y dependiente de las pantallas, la salud ocular se convierte es un tema cada vez más preocupante. Este nuevo estilo de vida favorece la aparición de defectos refractivos como la miopía, que se estima que afectará al 50% de la población mundial en el año 2050.

De acuerdo con Aritz Urcola, especialista en Miranza, "no podemos luchar contra la carga genética con la que hemos nacido porque es inherente a nosotros, pero sí podemos tener unos hábitos de vida saludable que nos ayuden a cuidar nuestra visión, como intentar distanciarnos del uso abusivo de las pantallas y alternar la visión de cerca con la lejana, promoviendo la actividad al aire libre".

Decálogo para el cuidado de la salud ocular

Por lo tanto, la prevención de patologías oculares es esencial para evitar o retrasar la aparición de problemas que afectan a nuestra vista y, en consecuencia, a nuestra calidad de vida. Por eso, los oftalmólogos de Miranza ofrecen 10 consejos para mantener una buena salud ocular a través de un estilo de vida saludable.

  1. Mantener una adecuada higiene del sueño. Es fundamental tener unos hábitos adecuados para respetar el ritmo del sueño, sobre todo en momentos críticos como puede ser la última hora del día, donde debemos desconectar de las pantallas para que no se interrumpa nuestro ritmo circadiano natural. Además, la luz cálida, idónea durante la última hora del día, nos ayudará a prepararnos para el ocaso y el sueño.
  2. Contrarrestar el efecto de las pantallas sobre nuestros ojos. El uso de pantallas hace que los músculos del ojo se adapten para enfocar a una distancia corta y en un ángulo reducido, provocando también fatiga visual y ojos secos. La regla 20-20-20 puede ayudarnos a alcanzar el propósito de contrarrestar el efecto de las pantallas sobre nuestros ojos a través de un hábito que también nos permite disminuir la sensación de fatiga visual al final del día con solo apartar la vista de nuestro campo de visión más inmediato para mirar durante 20 segundos a una distancia de 6 metros (20 pies) cada 20 minutos.
  3. Vigilar la iluminación. La visión puede verse afectada a largo plazo por la exposición prologada a una luz directa, reflejos y sombras. Asegurarse de tener luz suficiente será indispensable para realizar cualquier actividad que requiera un esfuerza visual a corta distancia y de esa forma prevenir la fatiga ocular. Y aunque lo más idóneo es realizar estas actividades con luz natural, no siempre es posible; por eso, se recomienda que el tono de la luz sea lo más natural posible.
  4. Parpadear con frecuencia y mantener los ojos hidratados. En los últimos años, se está pudiendo observar una tendencia hacia el aumento de los casos de ojo seco, principalmente, debido al uso de pantallas que conlleva a una disminución de los parpadeos. Además, debe tenerse en cuenta que, por lo general, los sistemas de calefacción secan el aire de los espacios interiores, pudiendo afectar la humedad ambiental. Para evitar este problema se aconseja ventilar os espacios cerrados y utilizar lágrimas artificiales para aliviar y rehidratar nuestros ojos.
  5. Evitar el abuso de la visión de cerca y aumentar la exposición a la luz natural. El ojo está hecho para ver a diferentes distancias, por lo que un abuso de visión cercana puede llevar a un sobreesfuerzo. Por todo esto, los especialistas en oftalmología recomiendan aumentar el tiempo que pasamos en espacios abiertos y mirando a lo lejos, fomentando actividades al aire libre, para conseguir una mayor exposición a la luz natural y un mayor uso de la visión a larga distancia, lo que puede ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de la miopía
  6. Hacer un uso correcto de las gafas de sol. Ya es conocido por todos que el uso gafas de sol homologadas puede proteger los ojos de los rayos ultravioletas. No llevar este tipo de gafas solares puede dañar las estructuras del ojo, propiciando la aparición de enfermedades como cataratas o degeneración macular asociada a la edad, a largo plazo.
  7. Utilizar adecuadamente las gafas correctivas y lentes de contacto. En el caso de las gafas correctivas, es importante recordar que su graduación debe ser la correcta para evitar así cualquier sobreesfuerzo de enfoque que pueda ocasionar la aparición de otras molestias como dolores de cabeza, fatiga ocular o problemas visuales como el estrabismo (ojos bizcos) y la ambiopía (ojo vago). Y en cuanto a las lentes de contacto, es fundamental lavarse muy bien las manos antes de manipularlas, mantenerlas lubricadas y no usarlas durante más de 12 horas.
  8. Evitar el tabaco. Este es el factor de riesgo ambiental modificable más importante asociado a la DMAE, una enfermedad degenerativa caracterizada por el daño progresivo que sufre la mácula, situada en la parte central de la retina, encargada de la visión central y de la agudeza visual. Además, fumar es uno de los factores de riesgo más importantes para el empeoramiento de la retinopatía diabética, patología que puede generar alteraciones visuales importantes.
  9. Controlar el estrés. La salud ocular se ve afectada por múltiples factores entre los que se encuentra el estrés, un estado emocional responsable de ocasionar cambios metabólicos capaces de incrementar los niveles de cortisol o la hormona del estrés, y ocasionar desajustes en el sistema nervioso autónomo, lo que puede conllevar a posibles alteraciones visuales como la coriorretinopatía serosa central, una patología que afecta a la retina.
  10. Visitar al oftalmólogo una vez al año. No hace falta estar diagnosticado de alguna patología para comprobar si existe algún problema con tus ojos. Las revisiones de la vista son necesarias para evitar una pérdida visual, especialmente si hay una elevada exposición a las pantallas, síntomas de sequedad o irritación ocular, así como cualquier otra molestia en los ojos. Además, los especialistas destacan que es importante acudir regularmente al oftalmólogo a partir de los 40 años o cuando existan antecedentes familiares de enfermedades oculares.

 

 

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