España concentra el 15% del total de tratamientos de fecundación in vitro (FIV) de Europa, convirtiéndose así en el país europeo donde más se aplica esta técnica de reproducción asistida al superar los 165.000 casos al año. Estos avances son todo un balón de oxígeno si tenemos en cuenta que ...
España concentra el 15% del total de tratamientos de fecundación in vitro (FIV) de Europa, convirtiéndose así en el país europeo donde más se aplica esta técnica de reproducción asistida al superar los 165.000 casos al año. Estos avances son todo un balón de oxígeno si tenemos en cuenta que los nacimientos ya marcan mínimos históricos.
Así, con el objetivo de seguir mejorando las tasas de éxito de los ciclos de Fecundación In Vitro, en los últimos años se ha comenzado a implementar una estrategia llamada doble estimulación. Sin embargo, bajo el protocolo convencional, esto supone administrar más inyecciones en un breve plazo de tiempo, lo que puede incidir en el bienestar de las pacientes.
Por este motivo y con el objetivo de reducir el número de inyecciones, Ginefiv ha iniciado una investigación en la que se comparan los dos protocolos de estimulación ovárica conocidos en combinación con la doble estimulación. "Lo novedoso de este estudio clínico es que busca demostrar que el manejo con menos inyecciones es también seguro y eficaz en ciclos de FIV con doble estimulación", explica Claudia Blancafort, ginecóloga de Ginefiv.
Y es que, minimizar las inyecciones es esencial para reducir el impacto del tratamiento en la vida diaria de las mujeres. De este modo, "lo que pretendemos es probar que llevar a cabo dos estimulaciones ováricas seguidas con progesterona vía oral en la segunda fase del tratamiento permite obtener resultados similares a los que se obtendrían con la administración de antagonistas inyectados", desarrolla la ginecóloga.
Estimulación ovárica convencional vs PPOS
Ambos protocolos utilizan gonadotropina en formato inyectable en la primera fase del tratamiento hormonal, cuyo objetivo es estimular al ovario para que produzca la mayor cantidad de óvulos posible. Sin embargo, se diferencian en la segunda fase del tratamiento.
En el protocolo convencional se utilizan antagonistas inyectados, mientras que en el PPOS (Progestin-primed Ovarian Stimulation) se usa progesterona administrada por vía oral, lo que permite reducir el número de inyecciones durante el tratamiento. A pesar de que ambos protocolos son habituales, la reducción de inyecciones puede resultar más cómodo y menos invasiva para algunas pacientes.
Tratamientos de estimulación personalizados y adaptados a las pacientes
Según explica Joaquín Llácer, director médico de Ginefiv, "lo que se busca en un ciclo de FIV es extraer la mayor cantidad de óvulos posible para aumentar las posibilidades de embarazo de la paciente. Y para ello es necesario lograr la maduración de varios folículos a la vez en los ovarios para aumentar tanto el número de ovocitos disponibles para fecundar como de potenciales embriones".
Para ello, la paciente debe pasar por la estimulación ovárica, que según la doctora Blancafort, "suele durar quince días, aunque lo ideal es poder adaptarse al estilo de vida de cada mujer y comprender sus necesidades para ofrecerles el protocolo más eficaz para su caso".
Se trataría de ofrecer un abanico más amplio de posibilidades para las mujeres que deciden comenzar un ciclo de FIV, abogando por una estrategia más patient-friendly. "Queremos que muchas más mujeres puedan beneficiarse de este enfoque más sencillo y que otros centros, tanto en España como a nivel internacional, se animen a adoptarlo", concluye Llácer.
En este sentido, se ha demostrado recientemente que la aplicación de protocolos de estimulación ovárica personalizados puede mejorar la confianza y el bienestar emocional de la mujer en su camino hacia la maternidad y, como consecuencia, las tasas de éxito de su tratamiento.