"¿Hay alguna mujer en el mundo a la que no le gustaría ser Audrey Hepburn?", solía decir el mítico diseñador Hubert de Givenchy, íntimo amigo de la actriz. De sobra conocemos a la Audrey Kathleen Ruston icono del cine y de la moda: el American Film Institute la clasificó como ...
"¿Hay alguna mujer en el mundo a la que no le gustaría ser Audrey Hepburn?", solía decir el mítico diseñador Hubert de Givenchy, íntimo amigo de la actriz. De sobra conocemos a la Audrey Kathleen Ruston icono del cine y de la moda: el American Film Institute la clasificó como la tercera leyenda femenina de la pantalla de la Edad de Oro de Hollywood y fue incluida en el Salón de la Fama de la Lista Internacional de las Mejores Vestidas. Pero Audrey Hepburn fue mucho más, y puedes descubrir toda su historia en el musical 'Buscando a Audrey'.
Nacida en Ixelles, Bruselas, Hepburn pasó parte de su infancia en Bélgica, Inglaterra y la Segunda Guerra Mundial en los Países Bajos. Cuando los nazis ocuparon Holanda, la futura estrella de Hollywood se convirtió en una heroína para la resistencia. Acabada la contienda estudió ballet, y entre trabajos menores de corista y su preparación como bailarina le llegó en 1953 su pasaporte a la fama al protagonizar junto a Gregory Peck 'Vacaciones en Roma'. Gracias a la inolvidable comedia de William Wyler fue la primera actriz en ganar un Oscar, un Globo de Oro y un premio BAFTA por una sola interpretación.
Después vinieron 'Sabrina' (1954), con Humphrey Bogart y William Holden; 'Funny Face' (1957) un musical con Fred Astaire en el que cantaba sus propias canciones; el drama 'La historia de una monja' (1959); la icónica comedia 'Desayuno con diamantes' (1961); el thriller romántico 'Charade' (1963), junto a Cary Grant; y el musical 'My Fair Lady (1964'). En 1967, protagonizó el thriller 'Wait Until Dark', por el que recibió nominaciones al Oscar, al Globo de Oro y al BAFTA. Luego se retiró para criar a sus hijos y solo apareció ocasionalmente en algunas películas.
El legado más valioso de Audrey
Pero Audrey siguió dejando al mundo su legado, un legado todavía más valioso que su talento interpretativo. Dedicó gran parte de su tiempo a UNICEF, al que había contribuido desde 1954. Trabajó en algunas de las comunidades más pobres de África, América del Sur y Asia entre 1988 y 1992. En diciembre de 1992, el presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush entregó a Hepburn la Medalla Presidencial de la Libertad en reconocimiento a su trabajo con UNICEF. Un mes después, el 20 de enero de 1993, murió de cáncer de apéndice en su casa de Suiza a la edad de 63 años.
A menudo se le pregunta a su hijo mayor, Sean Hepburn Ferrer, qué hace que el legado de su madre sea tan duradero. "Creo que, aparte de su carrera cinematográfica, su símbolo perdurable de elegancia interior y exterior y su carrera humanitaria, la percibimos como 'una de nosotros'", suele contestar.
Hepburn Ferrer coproduce 'Buscando a Audrey' el primer musical sobra su madre y cuyo estreno mundial será en Madrid en noviembre de 2025. Ya están a la venta las entradas de este espectáculo en en el que se evoca la leyenda de una de las figuras más destacada del siglo XX. "No se trata del clásico musical contando la biografía de su vida. Cuando a mi madre le propusieron escribir su biografía, ella siempre contestaba: 'a mí no me ha pasado nada. Solo he ido a trabajar y a la gente le ha gustado'. Así que hemos preparado un guion con profundas raíces cinematográficas que evoca permanentemente su vida y obra", explica el hijo de la actriz.
Además, se estrena en Madrid por el amor que Audrey le profesaba a España.