Para que enfoques la vida con mirada y actitud positiva

Cristinismos

Ser positivo no significa ser feliz todo el tiempo. No te autoexijas tanto. Y una vez aclarado esto, te invito a seguir leyendo porque estoy casi segura de que este artículo te motivará a poner en práctica en el nuevo año algunas de las reflexiones que comparto.

19/12/2024

Ser positivo va en la línea de ocuparse de los problemas más que de preocuparse por ellos, va de intentar ver el lado constructivo no de todo pero sí de aquello que a veces se nos hace bola, con tal de poder gestionarlo más fácilmente. Se trata de escoger tu ...

Ser positivo va en la línea de ocuparse de los problemas más que de preocuparse por ellos, va de intentar ver el lado constructivo no de todo pero sí de aquello que a veces se nos hace bola, con tal de poder gestionarlo más fácilmente. Se trata de escoger tu actitud al despertar y proyectar el día con motivación, energía y disfrute. Porque sí, porque aunque lo que vayas a hacer hoy sea probablemente muy parecido a lo que hiciste ayer o a lo que harás mañana, se puede disfrutar de la cotidianidad y conseguirlo te empodera, porque no te sientes esclavo de la rutina sino que en ella encuentras relax y bienestar.

En algún otro artículo he mencionado lo inteligente que es conseguir disfrutar de lo cotidiano, ya que es lo que ocupará el mayor tiempo de nuestra vida-a no ser que seas multimillonario y puedas estar haciendo cada día algo lujoso y distinto al anterior-. No hay que ser feliz solo con los extras de la vida (un restaurante, un viaje, un concierto…) sino que esos suplementos deben hacerte más feliz. Tienes que trabajar en ti para conseguir que tu estado basal sea feliz en lo cotidiano, en lo diario, y que los extra de la vida sean justamente eso: un extra para tu felicidad de base. Y es que una persona feliz no tiene un determinado conjunto de circunstancias sino un conjunto de actitudes, porque la felicidad es precisamente eso: una actitud.

Y cuando entrenas la actitud con la que afrontas el día se consigue más fácilmente ver el lado positivo de la jornada que está por venir. Lo que está claro es que cuando nos concentramos solo en las cosas negativas la vida se vuelve gris, así que adoptar una actitud positiva al levantarnos o incluso si durante el día pasa algo no del todo agradable, nos puede evitar una jornada en blanco y negro.

¿Y cómo entrenar la actitud? Pues me voy a basar en mis reflexiones, decisiones y experiencias y las comparto aquí por si te inspiran y orientan.

Disfrutando de lo cotidiano. Si no eres persona disfrutona de las rutinas y los pequeños placeres empieza a saborearlos, prestando atención, siendo consciente de las opciones y eligiendo bien qué hacer y verás que poco a poco no solo los valorarás sino que también los disfrutarás.

Analizando el lado constructivo de las cosas. Reflexiona sobre lo que tienes que hacer y no te apetece, sobre algo que ha ocurrido y te ha molestado, sobre esa decisión que te cuesta tomar… porque parar, pensar y hablar contigo te va a dar la oportunidad de enfocar la situación desde otra perspectiva y de aprender.

Aprendiendo de las experiencias. Lo que sea que se repita tarde o temprano, si reflexionas sobre ello y escribes sobre el aprendizaje para recordar seguro que lo gestionas con más habilidad.

Aceptando tus emociones. Volviendo a la frase del inicio del artículo: ser positivo no significa ser feliz todo el tiempo. Puedes escoger la actitud con la que levantarte de la cama y que esta sea positiva pero no por eso tienes que darle la espalda a las emociones que experimentes durante la jornada o incluso a las que puedas sentir nada más poner un pie en el suelo. Estar mal está bien. No pasa nada. Transita la emoción que experimentes, no la rehuyas, no le des la espalda. No se trata de regocijarse en las emociones difíciles de gestionar pero permítete sentir; mañana será otro día.

Cuidándote. No solo por dentro sino también por fuera. Levántate con tiempo para no ir corriendo de buena mañana. Practica deporte a diario porque es un hábito que vale por 2, ya que la va bien al cuerpo y a la mente. Tómate tu tiempo para ducharte, vestirte… Come limpio. Lleva una vida ordenada. Organízate. Establece rituales cuando llegues a casa que te permitan desconectar y tener un ratito para ti. Cuida la higiene del descanso y del sueño. Escribe sobre lo que te angustia. Lee sobre lo que te interesa. Escucha podcast sobre lo que quieras aprender. Y selecciona bien qué perfiles sigues en redes. Entre otras decisiones, estas te harán bien.

Podría mencionar más aspectos en los que trabajar para entrenar la actitud pero considero estos 5 los más significativos y los que si pones en práctica notarás un cambio en la manera cómo enfocas las situaciones y como consecuencia cómo las experimentas.

Volviendo a la parte de escoger la actitud, la decisión empieza cuando suena el despertador o cuando te despiertas sin más; es ahí cuando tú decides qué actitud adoptas para empezar el día con voluntad, que es una de las herramientas más importantes para lograr alcanzar metas. Maria Rojas Estapé, en su libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas, dice: La actitud es la decisión con la que decides enfrentarte a la vida. Es un potente activador del estado de ánimo.

Y es que ya se dice: las actitudes son más importantes que las aptitudes.

Y está claro que a veces es difícil mantener una actitud positiva, porque el día tiene muchas horas y los imprevistos son una realidad y mantener una actitud de aceptación siempre proporciona más claridad mental que una actitud de negación. Leí un libro que recomiendo: Crea tu vida. 175 páginas que no dejan indiferente. Hay una frase que he recordado al escribir esta parte: La vida te devuelve lo que tú le ofreces. Toma conciencia, aprende a pensar en positivo, a actuar en positivo; optimismo proactivo.

¿Que todo va a salir bien por el hecho de estar en una vibra positiva? No, claro que no. Pero la manera de gestionar, actuar, interiorizar, reflexionar, siempre será más enriquecedora si estás en un lugar de aceptación, de voluntad, de comprensión… No pierdes nada por intentarlo la próxima vez que algo no salga como esperabas o cuando la situación de un giro inesperado: evita brotar y afronta actuar. Y es que la situación o circunstancias no es lo que nos hace felices sino la voluntad de querer serlo. Y puedes empezar por apreciar que lo que sucede durante la jornada del día a día es lo cotidiano y lo que sucede durante el tiempo libre (salvo excepciones) es el placer y saber disfrutar de los placeres cotidianos es muy, muy sabio.

Para acabar, comparto una frase que me gusta leer para valorar los logros, por pequeños que sean, que te hacen crecer como persona y convertirte en una mejor versión de ti mismo:

"El éxito es conseguir lo que quieres. La felicidad es querer lo que consigues.

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