Se describe alergia como una reacción exagerada del organismo ante la presencia de un alérgeno (elemento que reconoce como perjudicial aunque no lo sea). El sistema inmunitario reacciona intensamente generando anticuerpos que liberan sustancias químicas específicas, como la histamina, causantes de los síntomas alérgicos.

Los expertos señalan que, entre los alérgenos más frecuentes destacarían el polen (gramíneas y olivo, fundamentalmente), los ácaros del polvo (presentes en colchones, alfombras, cortinas y sábanas, entre otros elementos de uso habitual), los hongos, los alérgenos de animales domésticos (perros y gatos domésticos, por ejemplo) y otros elementos (insectos, alimentos, medicamentos y cosméticos, entre otros).

La rinitis alérgica se describe como una alergia a las partículas que transporta el aire (polen, moho o caspa de animales, entre otros) que producen estornudos, picor cutáneo, nasal y ocular, goteo o congestión nasal, irritación ocular y del paladar, enrojecimiento ocular y lagrimeo, por ejemplo. La probabilidad de aparición de rinitis es más alta en  días cálidos, secos y con viento, en los que se presenta mayor concentración de polen en el aire.

Los especialistas señalan que, a nivel preventivo, se debe evitar el contacto con los alérgenos desencadenantes siempre que sea posible. Entre las recomendaciones generales, destacarían:

1-Colocar filtros de polen específicos en el aparato de aire acondicionado, por ejemplo.

2-Consulta al médico. Sigue las indicaciones del especialista y las pautas farmacológicas sin realizar ninguna variación. No olvides que los antihistamínicos administrados para el tratamiento sintomático pueden provocar sueño.

3-Durante la época en la que la polinización es intensa es preciso proteger la conjuntiva ocular y evitar el contacto con los alérgenos, es necesario utilizar gafas de sol.

4-Evitar zonas en las que abunden plantas productoras de polen (como jardines y bosques, por ejemplo).

6-Implementar medidas protectoras en casa. Debería estar cerrada, con un adecuado nivel de humedad ambiental, ventilar poco tiempo a última hora de la tarde y evitar los cambios bruscos de temperatura en su interior.

7-Mantener una higiene adecuada. Lavar las manos y la cara frecuentemente y limpiar con agua o suero fisiológico la nariz y los ojos. Ducharse y lavarse el pelo tras pasar tiempo al aire libre. Lavar la ropa utilizada y secarla en el interior, siendo recomendable utilizar secadora.

8-Si sufres alergia al polvo de la casa se recomienda eliminar elementos que acumulen polvo (moqueta, alfombras y cortinas), evitar utilizar estufas de gas y ambientadores, limpiar el polvo de las superficies frecuentemente con bayetas húmedas y utilizar una aspiradora con filtros eficientes para los suelos, por ejemplo.

9-Viajar en coche con las ventanillas cerradas y evitar usar bicicletas, patinetes y motos para reducir el contacto con los alérgenos.