Si quieres utilizar cebolla en tus recetas de cocina, sería recomendable:

1-Elige la variedad que mejor se adapte a la receta que vas a preparar. Si quieres añadir sabor sin dominar sobre los demás ingredientes, emplea cebolla blanca. Si deseas dar color a una ensalada, utiliza la cebolla morada.

2-Cuando vayas a comprar cebollas debes elegir los ejemplares que tengan el bulbo firme de manera que, al presionarlas con los dedos, percibas que no son blandas (puede ser un signo de que está empezando a descomponerse). No deben presentar brotes y la piel debe ser crujiente, sin manchas ni moho y estar intacta. Las cebollas frescas no deben tener un olor excesivamente fuerte.

3-Para conservarlas correctamente se deben disponer en un lugar seco y ventilado donde no reciban luz directa. Se pueden guardar en mimbre o papel y deben estar colocadas sin amontonar. No es recomendable introducirlas en el frigorífico.

4-Admite numerosas elaboraciones. Puede prepararse cruda, encurtida, frita, rebozada, hervida o al horno, por ejemplo. Como es muy jugosa, puedes cocinarla con muy poco aceite y agua, lo que reduce la pérdida de nutrientes y hace ligero el plato, consiguiendo mejorar la digestibilidad. Esta propiedad resulta útil para preparar rellenos y recetas al horno porque aporta untuosidad y evita que se resequen.

5-Utilizar una base de cebolla picada sobre un poco de aceite, preferiblemente de oliva, es una manera adecuada para empezar a preparar cualquier guiso, estofado o relleno, por ejemplo.

6-La cebolla combina bien con la mayoría de verduras (ajo y puerro, por ejemplo) y cereales (como el cuscús, entre otros), considerándose un ingrediente básico para la paella o la fideuá.

7-Es preciso añadir la cebolla cuando el aceite esté lo suficientemente caliente y antes de que comience a humear para evitar que se empape de aceite y se rompa su estructura.

8-Antes de añadir otro ingrediente, la cebolla debe alcanzar cierto grado de cocción. De manera general, en la mayoría de las recetas, se recomienda esperar a que se vuelva transparente porque algunos ingredientes, como el tomate, paran la cocción impidiendo que la cebolla desprenda sabor y se cueza suficientemente.

9-La cebolla cruda es sabrosa y refrescante. Se considera un ingrediente adecuado para preparar ensaladas, por ejemplo (combinando lechuga, tomate, aceitunas y aliñando con aceite de oliva virgen y orégano). También se puede servir, simplemente, con limón y perejil picado.

10-Algunas personas señalan que su sabor es demasiado intenso. Para reducirlo, se puede introducir en un bol y macerarla durante unos minutos con un poco de sal y vinagre.

11-Se puede preparar encurtida en vinagre, sola o combinada con hierbas aromáticas.

12-La cebolla, condimentada con especias, por ejemplo, puede cocinarse asada en el horno.