84 ediciones han tenido que pasar para que entre las paredes del majestuoso Musikverein resuene la música de una mujer. Por fin, este 1 de enero de 2025, el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena ha incluido por primera vez en su historia la pieza de una compositora, la austríaca Constanze Geiger (1835-1890). Se trata del vals 'Ferdinandus-Walzer'.

Geiger fue una violinista y compositora vienesa que a los 18 años compuso 'Elisabethen-Vermählungsmarsch' ('Marcha nupcial de Elisabeth'). La obra se interpretó por primera vez el 21 de abril de 1854, es decir, dos días antes de la boda del emperador Francisco José con Elisabeth de Baviera, la mítica emperatriz Sisi.

La presencia de Constanze Geiger marca un hito en el concierto de música clásica más seguido del mundo, que hasta ahora ha carecido de representación femenina, tanto en el podio como en el repertorio. Nunca una mujer ha dirigido el recital, seguido por 90 países y millones de espectadores a lo largo del globo. Además, tan solo el 15% de los músicos de la orquesta son mujeres, una oportunidad que se abrió en 1997.

El maestro italiano Riccardo Muti lleva la batuta en esta edición, la séptima que dirige, y un evento histórico que marca el inicio de la conmemoración del bicentenario del nacimiento de Johann Strauss Jr. Asimismo, el programa de 2025 también rinde homenaje al 30º aniversario de la adhesión de Austria a la Unión Europea con la interpretación del vals Transactionen de Josef Strauss.

Un concierto con mucha historia y un pasado ignominioso

El cambio de año hace que la sala de conciertos Musikverein se adorne con enormes arreglos florales y reciba durante tres días una actuación de la 'banda de la casa', que resulta ser la Wiener Philharmoniker (Orquesta Filarmónica de Viena).

Aunque el evento mundialmente famoso es el Concierto de Año Nuevo (en alemán: Neujahrskonzert) que se celebra la mañana del 1 de enero, si bien la orquesta interpreta el mismo programa los dos días anteriores. Esto ofrece a más gente la oportunidad de disfrutar de una maravillosa celebración de los clásicos vieneses.

Sin embargo, esta fiesta de la música, con su mensaje simultáneo de paz y armonía, tiene raíces bastante ignominiosas: el primer Concierto de Año Nuevo en Viena tuvo lugar en 1939, y los beneficios se destinaron a la campaña benéfica anual de los nazis.

En los primeros actos, el propio concertino de la Filarmónica dirigió la batuta, pero desde 1980, el honor de dirigir la orquesta cambia cada año.

Como resultado, algunos de los nombres más famosos de la música clásica han dado la bienvenida al Año Nuevo en Viena, incluidos Herbert von Karajan, Claudio Abbado y Zubin Mehta.