Prácticamente sin querer y fruto de la casualidad, el diseñador Juan Vidal ha creado una colección única de siete piezas, en las que el arte que caracteriza sus diseños se ha materializado usando prendas de segunda mano. Un viaje a Japón y un encuentro fortuito en un mercado callejero de ...
Prácticamente sin querer y fruto de la casualidad, el diseñador Juan Vidal ha creado una colección única de siete piezas, en las que el arte que caracteriza sus diseños se ha materializado usando prendas de segunda mano. Un viaje a Japón y un encuentro fortuito en un mercado callejero de Kioto de una decena de kimonos antiguos fue el inicio de esta colección. Los trajo a su taller de Madrid y a, partir de ahí, los deconstruyó para darles una segunda vida muy especial.
Cambio de diseño usando patchwork
Pero no cambió simplemente el diseño del kimono, sino que hizo patchwork con cada uno de los tejidos, uniendo los que creía que mejor casaban entre sí, así como los que mejor contrastaban. El resultado son una camisa y seis vestidos muy originales que, sin perder las líneas sobrias y elegantes propias del diseñador, resultan sorprendentes y sofisticadas.
Así por ejemplo, la camisa oversize está realizada a partir de paneles extraídos del desmontaje de dos de los kimonos. Un kimono masculino con motivo jaquard de cuadros en tonos naranjas, que data de los años 70, y un kimono de seda salvaje con motivos florales geométricos en color azul y rojo.
Precisos vestidos
El resto son preciosos vestidos de diferentes formas. Como el modelo Greco Kimono que es un vestido de corte griego, cortado en cintura con capa trasera drapeada, realizado en patchwork diagonal al bies con paneles extraídos también de dos kimonos, en los que se utilizó la técnica tradicional japonesa kanoki shibori. Una técnica que consiste en teñir con nudos lo más pequeños posibles para enfatizar la tridimensionalidad del tejido, muy similar al tie-dye. Una técnica utilizada al completo en todo el kimono, que requiere un gran esfuerzo de elaboración. Por ello, están consideradas piezas de lujo.
Otro de los vestidos es el Slip Halter Kimono. Un elegante vestido largo con el cuello halter y espalda al aire, para cuya fabricación Juan Vidal usó dos kimonos y un pañuelo, éste último hallado en otro mercadillo de Tokio. Una propuesta muy especial, ya que está creada a partir de un kimono rosa ácido con el motivo Sensu, que es el abanico tradicional de Japón. Un símbolo de prosperidad por el particular movimiento que se hace al abrirlo, que recuerda al momento en el que florece una flor. El otro kimono es de un color naranja tostado y es un kimono Hanoi, el kimono tradicional corto. La tercera pieza, el pañuelo, es de seda vintage furoshiki, con estampado geométrico de montañas. El resultado no puede ser más bonito.
Y así hasta siete piezas únicas con las que Juan Vidal ha hecho un ejercicio de upcycling maravilloso para crear piezas aún más bellas y extraordinarias de lo que ya eran en su origen. Kimonos japoneses de diferentes épocas, tejidos a mano, que han cobrado una segunda vida.