Si eres de los que no se sienten invadidos por el espíritu navideño, sino más bien atrapado por la nostalgia, la añoranza de otras épocas y por la ausencia de los que no están y volver a escuchar a Mariah Carey con su famoso villancico All I Want for Christmas ...
Si eres de los que no se sienten invadidos por el espíritu navideño, sino más bien atrapado por la nostalgia, la añoranza de otras épocas y por la ausencia de los que no están y volver a escuchar a Mariah Carey con su famoso villancico All I Want for Christmas Is You no está entre tus elecciones, toma nota de estas recomendaciones y saca el Grinch (ese personaje de cine malhumorado e irritable que detestaba la Navidad) que llevas dentro. Pilar Rojas, médica y psicoanalista de Grupo Cero, nos cuenta las claves para superar la tristeza y mirar con otros ojos estos días festivos.
¿Por qué no decir, de verdad, lo que se siente? Expresar de forma fluida lo que nos pasa es una buena manera de dar salida a nuestros sentimientos. Incluso hacerlo con un profesional, subraya la doctora Rojas, nos va a ayudar a seguir adelante. "Seguramente en esas charlas se van a reír o van a derramar algunas lágrimas, y después van a poder disfrutar más del presente".
Hablar de las cosas que a todos nos acontece, de los proyectos que tenemos, en definitiva, de lo que nos ocupa o nos preocupa, nos pone en una nueva situación y ayuda a canalizarlas para poder seguir adelante de la mejor manera posible.
Recordar a los que ya no están, sobre todo los momentos felices como esas comidas de navidad, los regalos, los viajes que se hicieron y los que quedaron pendientes no tiene por qué ser triste.
"Si bien es cierto, que algunas épocas concretas como las Navidades o el final de año puede ponernos algo tristes porque nos hace sentirnos frágiles. Pero, siempre, lo mejor es disfrutar del presente", subraya Rojas.
Sentirse solo es un efecto no una causa. "No tenemos que pensar que necesariamente las personas que están solas se sienten mal. Hay personas que han elegido esa soledad, que disfrutan de sus cosas. A veces, es el entorno social el que los compadece y, en cierta forma, les hace sentirse mal".
Pero si realmente se sienten mal, esgrime la psicoanalista, sería aconsejable que hablaran con un profesional, no sólo para paliar la tristeza de esos días, sino, fundamentalmente para construir un futuro diferente. "Hay recursos diversos que se pueden utilizar como acudir a asociaciones, teléfonos que pueden contactar…".
Aun así, para los que están solos y lejos de la familia es fácil acortar distancias gracias a la tecnología. Pese a que lo ideal es estar reunidos, no está de más aprovechar estas herramientas para paliar el sentimiento de soledad.
Cada miembro de la familia es diferente y siente de forma distinta estas reuniones. Hay quienes las viven con alegría y otros a los que les supone un momento de disputa o conflicto. "Tolerar esas pequeñas diferencias (manías, gustos, ideas…) sin querer imponer la propia manera de pensar ayuda a producir un ambiente cordial. Hay que tener en cuenta que cuando se reúnen las familias se ponen en juego sentimientos como el amor, la hostilidad, los celos o la envidia, que en este ámbito pueden ser intensos. Reconocerlos en uno y tolerarlos sin negarlos o censurarlos nos ayuda a no desplegarlos", concreta.