"El gesto de dar un abrazo libera oxitocina, la hormona de la felicidad, lo que genera un mejor estado de ánimo, controla los latidos del corazón e, incluso, nos traslada a un estado de calma y seguridad, que incide directamente sobre la salud emocional de las personas", explica Soraya Bajat, ...
"El gesto de dar un abrazo libera oxitocina, la hormona de la felicidad, lo que genera un mejor estado de ánimo, controla los latidos del corazón e, incluso, nos traslada a un estado de calma y seguridad, que incide directamente sobre la salud emocional de las personas", explica Soraya Bajat, jefa del servicio de Salud Mental de los Hospitales Universitarios Sanitas la Zarzuela y La Moraleja.
Ésta es la explicación médica tras el bienestar que provoca un abrazo. Un bienestar que los españoles experimentan en forma de distintas emociones positivas. Mientras que para el 73% de los encuestado los abrazos les aportan cariño, para el 64% les generan amor, para el 56,3% consuelo y para el 53% suponen una fuente de tranquilidad. Además del bienestar emocional, la sensación de los españoles es que el abrazo tiene consecuencias positivas también para su salud física, de hecho, nueve de cada diez ciudadanos así lo cree.
"Este beneficio físico es real, puesto que esa gestión de la calma ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, por lo tanto, repercute directamente sobre la función cardiovascular. Además, ayudan a controlar la liberación de cortisol, la hormona del estrés, que puede influir, incluso en la calidad del sueño y, por tanto, del descanso", continúa la doctora Bajat.
Preguntados acerca de a quién abrazan más, la pareja es una de las principales respuestas (61%), los hijos (44%) y los padres (28%). Éstos comparten porcentaje con aquellos que suelen abrazar a sus mascotas, que, de hecho, es superior a los que abrazan a sus amigos (23,3%).
En cuanto al número de abrazos, los españoles repiten este gesto, de media, 15 veces a la semana. Las mujeres son las que dan más abrazos (17,7 semanales), y la población entre 35 y 44 años superan esta cifra, hasta llegar a los 21 abrazos cada semana. En el lado opuesto están los entrevistados entre 65 y 75 años, que solo dan 10,6 abrazos de media, y es que esta franja es, a la vez, la que menos abrazos recibe en general, solo el 6,4% de los encuestados reconoce abrazar a sus abuelos de manera frecuente.
"Dar abrazos es una muestra de cercanía y hemos de ser conscientes de que requieren una cierta confianza", continúa la doctora. De hecho, la encuesta desvela que la gran mayoría (84,6%) reconoce que la falta de confianza es el principal motivo para no dar abrazos, aunque a 8 de cada 10 entrevistados les gustaría que en España se dieran más abrazos, puesto que ese es uno de los momentos más felices del día para el 83% de la población.