La hipocondría puede describirse como un estado de preocupación, incertidumbre y miedo casi constante por desconocimiento del verdadero estado de salud y por las consecuencias que puede tener en la propia vida. Cuando esa incertidumbre se resuelve (aunque sea confirmando el miedo), la preocupación hipocondríaca se atenúa, desaparece o es sustituida por un nivel de preocupación adecuado que la persona y su entorno consideran realista y ajustado y, por tanto, no causa el mismo malestar psicológico ni el sentimiento de culpa que habitualmente provocan las inadecuadas preocupaciones hipocondríacas.

Los especialistas señalan que se pueden diferenciar varios niveles en el espectro de la hipocondría. Destacarían:

1-El nivel más leve. Se caracteriza por realizar comportamientos exagerados para mantener la salud en un nivel óptimo y minimizar los riesgos de contraer enfermedades. Estos comportamientos están promovidos y reforzados por valores sociales que algunas personas convierten en el objetivo fundamental de sus vidas. Estamos rodeados de mensajes que nos inducen a ser responsables de nuestro propio estado de salud (dieta sana, mantener un peso adecuado, practicar ejercicio físico o evitar alimentos poco saludables, por ejemplo) que nos pueden animar a intentar conseguir un nivel ideal de salud y a evitar actitudes o comportamientos que puedan ponerlo en riesgo, facilitando el desarrollo de conductas exageradas que acaban convirtiéndose en el objetivo primario, único y fundamental de la vida.

La búsqueda y el mantenimiento de la salud pueden conformar una idea sobrevalorada, que podría llegar a ser patológica. La expresión ansiedad por la salud suele emplearse para describir una situación similar a hipocondría en el nivel más leve.

2-Hipocondría transitoria. Describe la hipocondría de duración relativamente breve (menos de 6 meses). Es frecuente en personas que han recibido el diagnóstico de una enfermedad importante, que se están recuperando de una patología con repercusiones vitales (infarto o ictus), cuidadores de enfermos, en situaciones de duelo complicado, como consecuencia de algún acontecimiento vital amenazante o estudiantes de disciplinas relacionadas con la salud (medicina, enfermería o psicología, por ejemplo).

3-Hipocondría secundaria. Describe el desarrollo de sintomatología hipocondríaca como consecuencia de otro trastorno mental (trastorno de pánico, angustia o depresión, especialmente). Suele desaparecer o mantenerse en niveles aceptables cuando el trastorno principal se supera correctamente.

4-Hipocondría primaria. El trastorno principal es la hipocondría y debe constituir el centro nuclear de la atención clínica, aunque puede generar o presentarse con otros trastornos mentales.

5-Delirio hipocondríaco. Describe una ideación delirante de contenido hipocondríaco que suele precisar un diagnóstico concreto dentro del espectro psicótico. La preocupación o el miedo a padecer una enfermedad física generan la creencia o la certeza de que se sufre una enfermedad que no remite y se presenta con otros síntomas psicóticos.