El año pasado se produjeron más de 22 millones de toneladas de queso a nivel mundial, según se observa en la gráfica publicada por el portal de estadísticas online Statista. En otra de sus publicaciones se indica que en España se consumieron 354 millones de kilogramos en ese mismo periodo, ...
El año pasado se produjeron más de 22 millones de toneladas de queso a nivel mundial, según se observa en la gráfica publicada por el portal de estadísticas online Statista. En otra de sus publicaciones se indica que en España se consumieron 354 millones de kilogramos en ese mismo periodo, aunque las cifras son también altas no superan las alcanzadas en 2020, coincidiendo con el año de la pandemia, cuando su consumo se disparó hasta los 407 millones. Si se atiende a la variedad más apreciada por los usuarios, el queso fresco y semicurado, se sitúan en las primeras posiciones de la tabla y es que cada persona consumió de media 2 y 1,93, kilogramos de este comestible, respectivamente, en 2023 tal y como se indica en la página web de la plataforma. El tercer y el cuarto puesto lo ocupan el queso fundido (0,75 kilogramos) y el tierno (0,54 kg).
Se estima que a nivel mundial existen 2.000 variedades de queso, que se pueden clasificar en función del tipo de leche que se utiliza en su elaboración (de vaca, oveja, cabra, búfala, burra, camella, mezcla, sin lactosa, etc.), el punto de maduración (fresco, tierno, untable, semicurado, curado, ahumado, azul, viejo o añejo), el grado de materia grasa que poseen (graso, semigraso, desnatado, etc.), la textura, si es blanda, semiblanda, dura, extradura, entre otras, así como por su sabor, si es más suave, más intenso, si es bajo en sal o se adereza con un toque especial a las finas hierbas, al pesto rojo o verde, si incluye trozos de piña o nueces, entre otras propuestas. Pero no siempre podemos disfrutar de toda la oferta existente en el mercado, ya sea porque algunas piezas contienen mucha sal, incluyan un ingrediente al que somos alérgicos, nos cueste digerirlas o simplemente porque seamos intolerantes a la lactosa. También hay personas que son veganas y que no consumen ningún producto de origen animal y buscan una variedad que se amolde a sus convicciones, así que no está todo perdido, puesto que, en algunos supermercados y tiendas especializadas, se ofrecen otras alternativas para los amantes queseros, que se preparan a partir de bebidas vegetales, yogures o frutos secos.
Aquí entra en juego Quevana, una quesería familiar procedente de La Lastrilla, Segovia, que se encarga de preparar quesos empleando "leche" de anacardos, que posteriormente se somete a un proceso de fermentación y cuajado y, luego, los quesos se dejan madurar entre un mes y medio o dos meses para alcanzar su "punto óptimo de sabor y textura", informan en su web. Se trata de un producto de origen vegetal, nutritivo y sostenible, y al incorporar frutos secos como el anacardo le aporta "proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales", indican. Dentro de su catálogo se ofrecen seis tipos diferentes de queso semicurado: de anacardos ahumado, de anacardos de ajo y aceite, original, anacardos trufado, anacardos pimentón y anacardos provenzales. Se pueden adquirir en diferentes puntos de venta repartidos por la geografía española, así como en otras partes del mundo (Países Bajos, Bélgica, Francia y Portugal).
FOTO PRINCIPAL.: Imagen extraída de la página web de Quevana.