La que para algunos es la mejor época del año, el invierno, para otros puede convertirse en una temporada especialmente incómoda, marcada por el dolor. Y es que, el frío extremo no solo afecta nuestra piel y articulaciones, sino que también puede agravar problemas dentales, como el dolor de muela ...
La que para algunos es la mejor época del año, el invierno, para otros puede convertirse en una temporada especialmente incómoda, marcada por el dolor. Y es que, el frío extremo no solo afecta nuestra piel y articulaciones, sino que también puede agravar problemas dentales, como el dolor de muela o la neuralgia dental, un tipo de dolor intenso y agudo que puede irrumpir en nuestra rutina y hacernos perder la calma.
Las bajas temperaturas, combinadas con la exposición a alimentos o bebidas frías, intensifican este tipo de dolor, ya que los dientes se expanden y contraen, lo que a veces genera grietas en el esmalte y deja expuestas las terminaciones nerviosas.
Aunque es cierto que incluso quienes cuidan minuciosamente su higiene dental pueden experimentar este dolor, el riesgo es significativamente mayor en personas que descuidan su salud oral o que viven en regiones con grandes fluctuaciones de temperatura.
"Adoptar medidas preventivas y estar al tanto de las causas del dolor dental puede marcar la diferencia en cómo afrontamos el invierno", comenta Elena Espada, responsable científica de Fluocaril en España. "Ser conscientes de cómo el frío afecta nuestra boca es el primer paso para protegernos mejor y mantener una buena salud oral", añade.