Los especialistas señalan que, entre las causas más comunes de aparición de manchas blancas en la piel, destacarían:

1-Déficits nutricionales

Si se sigue una dieta incorrecta en la que el contenido de vitaminas y minerales se encuentra reducido, pueden aparecer. Resulta especialmente frecuente cuando no se consume suficiente cantidad de calcio, vitamina D y vitamina E.

Aunque existen suplementos dietéticos, lo más adecuado es mejorar tu alimentación y seguir una dieta completa y equilibrada. Se recomienda consumir lácteos, frutas y vegetales frescos, fundamentalmente.

2-Dermatitis atópica

Se llama también eccema atópico o neurodermatitis. Es una inflamación de la piel caracterizada por eritema (piel roja), picor, exudación, formación de costras y descamación. En ocasiones, un área pequeña de piel se irrita, lo que origina una mancha de pigmentación más clara que la piel de alrededor. Es frecuente en la infancia, aunque también puede afectar a los adultos, generando áreas blanquecinas muy resecas que pican y se descaman.

3-Hipomelanosis

Algunas personas pueden desarrollar pequeñas manchas blancas en las manos, los brazos o las piernas, especialmente después de los 40 años de edad. Suelen presentarse en personas que tienen la piel clara y se exponen al sol sin protector solar durante años.

4-Tiña versicolor

Es una afección causada por un hongo que se manifiesta en forma de manchas blancas en pecho, espalda, piernas y brazos. Resulta bastante frecuente pero no es grave y suele remitir aplicando el tratamiento correcto. Se suelen recomendar emplear medicamentos antifúngicos (como el miconazol), champús con sulfuro de selenio (se aplican en la zona afectada por la noche y se retiran por la mañana en la ducha) y aloe vera (se aplica el gel de la planta en la zona afectada, se masajea, se mantiene un par de horas y se retira con agua).

5-Vitíligo

Es una alteración que provoca el ataque y destrucción de los melanocitos, lo que genera la pérdida de melanina (pigmento que da color a la piel). Se caracteriza por la presencia de manchas blancas en cualquier lugar del cuerpo, con diferentes formas y tamaños. Inicialmente no suelen provocar síntomas de importancia, pero resultan muy llamativas. En algunos casos, cambian de color, se vuelven marrones y presentan pequeñas escamas en la superficie. En ese momento pueden provocar molestias (malestar, dolor, picazón o irritación, por ejemplo).

Para el tratamiento, el médico suele administrar esteroides o inmunomoduladores para facilitar la repigmentación. También suele recomendarse el empleo de fotoprotectores (en forma de gel, spray o crema para proteger las zonas hipopigmentadas de los efectos nocivos de la radiación solar) o remedios naturales (aloe vera, brea, cúrcuma y aceite de mostaza, normalmente, cuya aplicación habitual y frecuente consigue atenuar la visibilidad de las manchas blancas, lo que reduce notablemente el impacto estético).