Cuando se establece un conflicto, en función de cómo actúa la otra persona, tú te posicionas y, frente a tu posicionamiento y forma de actuar (estilo), la otra persona se reubicará. Esta dinámica se presenta en un proceso constante que se va presentando a corto, a medio y a largo ...
Cuando se establece un conflicto, en función de cómo actúa la otra persona, tú te posicionas y, frente a tu posicionamiento y forma de actuar (estilo), la otra persona se reubicará. Esta dinámica se presenta en un proceso constante que se va presentando a corto, a medio y a largo plazo.
Kilmann y Thomas señalan dos dimensiones. Una se relaciona con el grado en el que la persona intenta satisfacer sus propios intereses y necesidades (llamada determinación o afirmación). La otra se asocia al nivel en el que una persona intenta satisfacer los intereses de la otra (denominada cooperación). Combinando estas dos dimensiones, establecen cinco estilos de afrontamiento y gestión de conflictos:
1-Estilo competitivo. Alto grado de determinación y bajo en cooperación. La persona intenta satisfacer sus propios intereses a costa de la otra persona. Es un estilo orientado al poder, en el que la persona usa cualquier recurso que tenga a su alcance para mantener sus posiciones e intereses. Describe a alguien que compite y no colabora.
2-Estilo complaciente. Bajo nivel de determinación y alto grado de cooperación. Es una persona que suele ceder ante las presiones de los demás y las complace, olvidando sus propios intereses para satisfacer los de otros. Puede presentar distintas formas de expresión.
3-Estilo evasivo. Bajos niveles de determinación y cooperación. La persona tiende a posponer o mostrar una actitud pasiva y poco asertiva ante cualquier situación. No satisface de inmediato sus intereses ni los de otra persona. No se dedica a manejar el conflicto.
4-Estilo colaborativo. Sería el contrario al evasivo. Alto grado tanto de determinación y de cooperación. Colaborar implica intentar trabajar con la otra persona para encontrar una solución plenamente satisfactoria para ambas.
5-Estilo comprometido. Describe un equilibrio entre determinación y cooperación. Se encontraría entre competir y complacer, El objetivo es encontrar una solución adecuada y aceptable que satisfaga parcialmente a ambas partes.
Otros expertos señalan que las personas reaccionan al conflicto en función de aspectos relacionales y sistémicos que conforman su comportamiento y el de los demás. Cada persona se comporta dentro de un grupo concreto de posibilidades en función de sus características personales, de la importancia que cada uno le da al conflicto y el estilo de gestión del conflicto que presenta la otra persona.
Actualmente existen varios métodos de intervención implementados por profesionales especializados que facilitan espacios de comunicación donde las personas pueden gestionar sus conflictos de manera adecuada, según sus intereses y necesidades. La mediación (familiar, comunitaria o educativa, por ejemplo) ofrece buenos resultados para manejar situaciones difíciles en cualquier ámbito.