Las molestias causadas por la reducción de defensas que provocan estas alteraciones pueden reducirse siguiendo una serie de sencillas recomendaciones entre las que destacarían: 1-Adaptar el ambiente. Mantener un correcto nivel de temperatura y humedad. No abuses de la calefacción. Emplea humificadores, duchas de vapor o poner agua a hervir en ...
Las molestias causadas por la reducción de defensas que provocan estas alteraciones pueden reducirse siguiendo una serie de sencillas recomendaciones entre las que destacarían:
1-Adaptar el ambiente. Mantener un correcto nivel de temperatura y humedad. No abuses de la calefacción. Emplea humificadores, duchas de vapor o poner agua a hervir en una olla, agregar eucalipto o mentol y respirar el vapor poniendo una toalla sobre la cabeza y repitiendo varias veces, en función de tus necesidades.
2-Añadir ajo a tus comidas. Se considera que presenta efecto antibiótico si se consume crudo. También se le reconoce cierta capacidad antiinflamatoria, mucolítica y expectorante. Lo más recomendable es consumirlo al natural, aunque también lo encontrarás en cápsulas, por ejemplo.
3-Beber líquidos. Tus mucosas secas e irritadas necesitan una buena hidratación para regenerarse y volver a la normalidad. Zumos, infusiones, caldos, sopas o lo que quieras. Los más recomendables son los naturales y sin gas. Elige infusiones adecuadas para mejorar el resfriado y reducir la irritación de garganta. El té rojo, el té verde o el tomillo, por ejemplo, te ayudarán a hidratar la garganta y presentan capacidad antioxidante, antibacteriana y antiinflamatoria.
4-Disfrutar de pastillas y caramelos. Los más habituales presentan miel, menta y limón y puedes adquirirlos libremente en centros especializados. Se consideran adecuados para mejorar la sensación de garganta irritada y mantener las mucosas humedecidas.
5-Emplear germen de trigo. Su elevado contenido en vitamina E aumenta la respuesta inmunológica. Puedes añadirlo a yogur, macedonia de frutas naturales o lo que desees, pues combina con todo.
6-Mantener la oxigenación adecuada del organismo. Sal a la calle sin pasar frío y aprovecha para dar un pequeño paseo mientras ventilas bien la casa para eliminar compuestos tóxicos de su interior.
7-Practicar ejercicio. Focaliza tus posibilidades reales, sin obsesionarte ni esforzarte excesivamente. No es el momento de ponerte retos difíciles de cumplir.
8-Realizar gárgaras. Utiliza agua tibia con sal porque contribuyen a calmar la irritación de garganta, expulsar la mucosidad y aliviar las molestias. Se recomienda hacerlas durante varios segundos y escupir, repitiendo el proceso varias veces al día.
9-Tomar miel. Se considera antioxidante, expectorante, suaviza la garganta y reduce la tos y el dolor de garganta. Puedes tomarla como desees, pues las posibilidades de consumo son infinitas. Se recomienda una cucharada de miel, endulzando infusiones o con limón, por ejemplo. No puedes consumirla si eres alérgica.
10-Utilizar cebolla natural. Se considera broncodilatadora y contiene quercetina, un flavonoide al que se le atribuyen propiedades relacionadas con la reducción de la tos y los mocos. Puedes emplearla de todas las maneras que desees. Cortarla y ponerla al lado de la cama para respirar su aroma mientras duermes es una buena opción.