3 pasos para transformar tu estado de ánimo en 90 segundos 

J.Lizcano

Imagina que puedes cambiar tu estado de ánimo en solo 90 segundos. Sí, leíste bien: minuto y medio para mejorar tu bienestar. Se trata de la "regla de los 90 segundos" nos enseña a comprender y gestionar nuestras emociones de forma más consciente.

08/11/2024

Esta regla del minuto y medio, un concepto propuesto por la neurocientífica Jill Bolte Taylor, consiste en promover una vida más equilibrada y feliz, gestionando las emociones y comprendiéndolas. Según Taylor, cuando experimentamos una emoción intensa, como tristeza, enojo o frustración, nuestro cuerpo activa una respuesta química que dura solo ...

Esta regla del minuto y medio, un concepto propuesto por la neurocientífica Jill Bolte Taylor, consiste en promover una vida más equilibrada y feliz, gestionando las emociones y comprendiéndolas. Según Taylor, cuando experimentamos una emoción intensa, como tristeza, enojo o frustración, nuestro cuerpo activa una respuesta química que dura solo 90 segundos. Durante este tiempo, nuestro cerebro libera hormonas y neurotransmisores que nos hacen sentir esas emociones, y luego… se disipan. La mayoría de las veces, las emociones negativas que nos afectan durante horas o días son resultado de nuestra tendencia a alimentar esos pensamientos con nuestra mente. La regla de los 90 segundos nos invita a observar y dejar ir las emociones sin que nos controlen.

Este proceso tiene tres pasos básicos: detectar, experimentar y liberar. A continuación, te explicamos cómo puedes aplicar estos pasos en tu vida.

Paso 1: Detecta la emoción

El primer paso es identificar lo que estás sintiendo. Para muchas de nosotras, la vorágine del día a día nos lleva a ignorar lo que realmente sentimos, acumulando frustración sin saberlo. Cuando te sientas alterada, enojada o ansiosa, haz una pausa y pregúntate y ponle un nombre a esa emoción: ¿es tristeza, enojo, inseguridad, ansiedad? Darle un nombre ayuda a reducir su intensidad y te permite tomar control. Esto es vital, ya que al reconocer la emoción, tomas distancia de ella y evitas que tome el control de tu día.

Paso 2: Experimenta la emoción sin juzgarla

Una vez que hayas detectado la emoción es hora de experimentarla conscientemente durante esos 90 segundos. Sí, lo que parece un minuto y medio de "malestar" es, en realidad, la clave para no dejar que esta emoción te domine. Cierra los ojos, respira profundo y observa cómo se manifiesta en tu cuerpo. Experimentar una emoción sin juzgarla permite que esta cumpla su ciclo natural y desaparezca más rápidamente.

Es importante no resistirse, ya que si intentas bloquear la emoción o distraerte de ella, corres el riesgo de que se intensifique y persista. Observa cómo se siente la emoción en el cuerpo sin dejar que influya en tus pensamientos. Este proceso es una práctica de conciencia plena o "mindfulness", que nos ayuda a desconectar del diálogo interno negativo y centrarnos en la experiencia física de la emoción.

Paso 3: Libera la emoción

Cuando pasan esos 90 segundos, probablemente notes que la intensidad de la emoción ha disminuido. En este momento, puedes decidir soltarla, dejarla ir. Haz un acto consciente de liberación: respira profundamente y visualiza cómo la emoción se disuelve, tal vez como un globo que se va alejando hasta desaparecer. A veces, las emociones persistirán, especialmente si son parte de una situación compleja, pero esta práctica ayuda a reducir la intensidad y a evitar que el estado emocional se apodere de ti.

Liberar la emoción también incluye no aferrarse a los pensamientos que provocaron esa respuesta, por lo que puedes sustituir esos pensamientos con otros positivos o neutros. La práctica de los 90 segundos, cuando se realiza regularmente, ayuda a crear un hábito mental de aceptación y liberación, promoviendo un estado emocional más estable y feliz.

Beneficios de practicar esta regla de los 90 segundos

Este sencillo ejercicio de minuto y medio puede tener un gran impacto en tu vida. Cuando lo incorporas en tu rutina, aprendes a no identificarte con cada emoción que sientes, a reducir el estrés y a mejorar tu relación contigo misma y con los demás. Aquí te dejamos algunos beneficios específicos:

- Mayor autoconocimiento: Al detectar tus emociones sin juzgarlas, te vuelves más consciente de tus reacciones.

- Mejor gestión del estrés: Esta práctica puede reducir los niveles de cortisol y mejorar tu salud general.

- Relaciones más sanas: Cuando aprendes a controlar tus emociones, tus relaciones se vuelven más fluidas y saludables.

Así que, ya sabes. La próxima vez que te sientas sobrepasada, recuerda esta técnica. Detente, observa tu emoción durante 90 segundos y libérala. Puede parecer sencillo, pero requiere práctica y constancia. Incorpóralo a tu rutina diaria y verás cómo, poco a poco, te vuelves más dueña de tus emociones y de tu felicidad. En el ajetreo de la vida, la regla de los 90 segundos es una herramienta poderosa que tienes al alcance para vivir con más plenitud y paz.

La felicidad está a solo un minuto y medio de distancia. ¿Te animas a intentarlo?

 

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