La amaxofobia se clasifica en el DSM-5 como un trastorno de ansiedad provocado por estar conduciendo. Se considera una fobia en la que el estímulo desencadenante es conducir o subir a un automóvil. Se asocia a la gestión simultánea de un alto número de estímulos y la responsabilidad de manejar ...
La amaxofobia se clasifica en el DSM-5 como un trastorno de ansiedad provocado por estar conduciendo. Se considera una fobia en la que el estímulo desencadenante es conducir o subir a un automóvil. Se asocia a la gestión simultánea de un alto número de estímulos y la responsabilidad de manejar un vehículo, especialmente si se transportan pasajeros.
Los síntomas de la amaxofobia se presentan a nivel mental y físico. A nivel físico se produce nerviosismo, sudoración excesiva, aumento del ritmo cardiaco o rigidez muscular. La persona afectada presenta sentimientos catastrofistas, se dispara su sistema de alerta dirigiendo en exceso la atención al entorno y se dificulta la concentración en la conducción, lo que aumenta el riesgo durante la conducción.
Los especialistas señalan que existen numerosos factores que pueden causar o desencadenar el miedo a conducir. Entre las causas de aparición de amaxofobia, destacarían:
1-Caracteristicas personales (edad avanzada o consumo de sustancias, por ejemplo) pueden reducir capacidades (reflejos y visión, entre otros) y disminuir la autoconfianza durante la conducción.
2-Circunstancias concretas de la conducción (el tipo de vía por el que se conduce de forma habitual, la climatología, la nocturnidad y la intensidad de la circulación, por ejemplo) pueden generar ansiedad al conductor. Algunas personas con amaxofobia son capaces de conducir por una carretera comarcal pero no pueden hacerlo por una autopista debido a la ansiedad que les causa la intensidad del tráfico y la velocidad de los demás conductores.
3-Factores relacionados con la personalidad del conductor (presentar baja autoestima o ser muy perfeccionista, por ejemplo), tener predisposición a sufrir estrés o ansiedad, padecer otros trastornos de ansiedad (como claustrofobia, hipocondría o agorafobia) o haber sufrido ataques de pánico anteriormente y tener miedo de que se repitan conduciendo.
4-Haber sufrido o presenciado una experiencia traumática previa (un accidente de tráfico o cualquier otros problema que se presenta durante la conducción).
5-Padecer ansiedad social asociada a la manera de conducir de los demás.
6-Percibir que se tiene poca preparación, falta de pericia o escasa experiencia (en personas que acaban de sacarse el carnet o que han conducido poco desde que lo consiguieron).
7-Responsabilidad intensa que se siente al transportar a otros pasajeros.
8-Situaciones relacionadas con agresiones o críticas de conductores o peatones que causan un intenso malestar.
A la amaxofobia se une la sensación que tiene la persona afectada de que los demás no le entienden, lo que le genera frustración y aumenta la falta de confianza en sus capacidades como conductora. En ocasiones, el miedo a conducir puede ser extremo o paralizante, lo que provoca que la persona deje de conducir. Existe un tratamiento centrado en terapia psicológica especializada, cursos específicos para superar el miedo a conducir y simulaciones en entornos virtuales. Consulta a tu médico.