Los expertos señalan que es importante plantear objetivos alcanzables para evitar la frustración y disponer del tiempo suficiente para lograrlos, sin presiones. Es preciso planificar lo que vas a hacer y centrarte en lo que consideres más importante y fácil de conseguir para animarte a ir dando pasos hacia delante. ...
Los expertos señalan que es importante plantear objetivos alcanzables para evitar la frustración y disponer del tiempo suficiente para lograrlos, sin presiones. Es preciso planificar lo que vas a hacer y centrarte en lo que consideres más importante y fácil de conseguir para animarte a ir dando pasos hacia delante.
Entre los objetivos más frecuentes que nos planteamos al empezar el año destacarían:
1-Aumentar el ejercicio. Incrementar los niveles de actividad física y reducir el sedentarismo personalizando las indicaciones y adaptándolas a cada uno. Marcar como objetivo movernos cada cierto tiempo, cambiar de postura, trabajar de pie a ratos si es posible, subir y bajar escaleras o ir al trabajo caminando, por ejemplo, aportaría beneficios adicionales al ejercicio realizado de manera consciente y organizada.
2-Cambiar de trabajo. El trabajo puede haberse convertido en una fuente de insatisfacción porque genera conflictos interpersonales, estrés físico o psicológico o resulta poco motivador y alejado de tus intereses personales. En ocasiones, puede llegar a ser una actividad que provoca angustia, ansiedad y tristeza. Existen programas de tratamiento dirigidos a gestionar alteraciones causadas por problemas derivados del trabajo y presentan objetivos concretos. Habla con tu médico y solicita una consulta psicológica en la que se puede analizar en profundidad la situación personal que atraviesas y diseñar la terapia más adecuada para ti.
3-Dejar algún hábito poco saludable. Si decides dejar un hábito muy arraigado vas a encontrar más dificultades que si deseas abandonar otro que no esté demasiado incrustado en tu estilo de vida. Consulta a tu médico porque su intervención puede ser determinante para lograrlo.
4-Mantener relaciones sociales positivas. Favorecen el bienestar físico y psíquico lo que incide directamente en la calidad de vida. Disfrutar de este tipo de contactos interpersonales facilita el afrontamiento de las situaciones vitales de manera optimista y saludable.
5-Mejorar la alimentación. Puede ser el momento de seguir una dieta para perder peso, pero bajo control médico. No debes seguir ninguna dieta "milagro" que puede provocar problemas de salud al eliminar nutrientes esenciales para tu salud.
6-Programar y disfrutar de actividades gratificantes. Para disminuir el malestar es importante elaborar un programa de actividades placenteras y seguirlo de manera continuada, sin excusas. Elige actividades que te generen satisfacción, agrado o placer. No dejes de realizarlas porque, cuanto mayor sea el número de actividades placenteras de las que disfrutes, mejor será tu estado de ánimo. Deberías plantearte que vas a disfrutar de ese programa todas las semanas y que puedes cambiar o añadir las actividades que desees.
Es posible alcanzar estos objetivos si focalizas la atención en tus intenciones. Apóyate en tu familia y amigos para que refuercen tu decisión y te ayuden en los momentos de debilidad. No dudes en consultar a tu médico.