La harina de maíz es un ingrediente muy apreciado en la gastronomía porque puede adaptarse a cualquier tipo de receta consiguiendo un excelente resultado. Su sabor es dulce y se obtiene al moler los granos de maíz, que dependiendo el grado de molienda dará lugar a una harina más fina ...
La harina de maíz es un ingrediente muy apreciado en la gastronomía porque puede adaptarse a cualquier tipo de receta consiguiendo un excelente resultado. Su sabor es dulce y se obtiene al moler los granos de maíz, que dependiendo el grado de molienda dará lugar a una harina más fina o más gruesa. Puede utilizarse para espesar salsas y guisos, pero también para rebozar carnes, pescados y hortalizas, aportándoles una textura crujiente. Con ella se elabora pan, masa de pizza, piezas de repostería, tortitas, empanadas, entre otras propuestas. Al no contener gluten es apta para celíacos y para las personas que tienen sensibilidad a esta proteína. Posee almidón, que al entrar en contacto con el agua y al amasarse con las manos adquiere una textura más pegajosa y acaba pegándose a la piel y a la superficie o recipiente en el que está depositada. Para evitar que esto suceda, hay que secarse bien las manos, enharinarlas en harina o engrasarlas con aceite. El uso de guantes también es una buena opción.
Antiguamente, en Galicia era muy común que se preparase en casa en el horno de leña la `broa´ o `pan de millo´ (maíz). Se trataba de un bollo de pan contundente, de color amarillo en su interior y con una corteza crujiente en su exterior. Su miga era gruesa y los ingredientes empleados en su fabricación eran la harina de maíz, el agua templada y la sal, aunque a veces estos eran mezclados también con otras variedades, de harina, como la de trigo o la de centeno. Además de los productos enumerados, se necesitaba también la masa madre de trigo o centeno para incorporar a la masa, que consistía en mezclar la harina con el agua y dejarla reposar durante unos días. Antes de meterse en el horno se colocaba sobre una hoja de berza, principalmente verdura de col, que evitaba que el pan se quemase por la parte de abajo, ya que actuaba como película protectora al no haber papel de aluminio o de horno en aquella época, y le aportaba un sabor característico al producto. Hoy en día en algunos hogares continúa perviviendo esta tradición y también se puede encontrar a la venta en algunas panaderías o supermercados. Por si tienes curiosidad por ver cómo se prepara puedes encontrar la receta en el vídeo de Mantequijazz.
Si te apetece preparar en casa pan, pero quieres experimentar con una nueva harina, prueba a hacer estos bollitos con harina de maíz, verás lo rápido que se hacen y con tan solo emplear unos cuantos ingredientes. Compruébalo por ti misma siguiendo los pasos de Lembas Gluten Free.
Coge un cazo y pon a calentar el agua, el aceite y una pizca de sal. Cuando comience a hervir, retíralo del fuego. Utiliza otro recipiente para la harina de Maizena y la de maíz, remueve e incorpora el azúcar y leche en polvo. A continuación, mezcla los ingredientes secos con los húmedos, tal y como muestran en el vídeo. Mézclalos bien e incorpora un huevo. Después, espolvorea un poco de harina de Maizena por la superficie de trabajo y coloca la masa encima para trabajarla con las manos. Sepárala en dos trozos y dale forma de panecillos, hazles unos cortes en la parte superior con un cuchillo. Precalienta el horno a temperatura máxima y hornéalos durante 10 minutos. Después, apaga el horno y espera cinco minutos antes de volver a encenderlo, para seguir cocinándolos 40 minutos más a 150 ºC.
Haz que tus despertares o meriendas sean más divertidos con estas galletas con forma triangular y a dos colores, que proponen en el canal de YouTube de PANADERIA PASO A PASO. Si crees que has hecho muchas, puedes guardarlas en un recipiente hermético, así te durarán para varios días.
Coloca la harina sobre la encimera y deja un hueco en su centro, añade la levadura en uno de los laterales y sitúa el azúcar, los huevos, la vainilla en el hueco que ha quedado libre y ve mezclando todo con las manos. Agrega la mantequilla y desmenúzala al tiempo que vas integrando el resto de los ingredientes. Seguidamente, parte la masa en dos y en una de ellas tendrás que integrar el cacao en polvo. Tras este paso, junta ambas masas hasta formar un triángulo, corta las porciones con cuchillo y colócalas sobre una bandeja de horno previamente engrasada. Por último, decóralas con mermelada y hornéalas entre 25 y 30 minutos a 170 ºC.
Con la harina de maíz también podrás preparar un rico bizcocho al que le puedes añadir nueces y una cobertura de chocolate para incrementar su sabor, tal y como sugieren en La cocina de los golosos.
Comienza cascando los huevos para un cuenco, agrega el queso, la nata, la mantequilla fundida, el azúcar, la esencia de vainilla, la ralladura de limón y bate todo con unas varillas eléctricas. Después añade la levadura tamizada y la harina de maíz, vuelve a mezclar bien, incorpora las nueces y remueve con una cuchara. Seguidamente, engrasa el molde con mantequilla y vuelca el preparado en su interior. Precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo y déjalo en su interior unos 40 o 45 minutos. Finalmente, desmóldalo, colócalo sobre una rejilla y cuando este frío, recubre su parte superior con chocolate negro fundido y decóralo con unas nueces.
La masa de pizza es otra de tus opciones, así en caso de antojo no tendrás que ir al supermercado corriendo a comprar la masa o la pizza ya hecha, porque en menos de una hora la tendrás lista para servir en tu propia cocina. Para averiguar cómo te queda, sigue los pasos de JJ citysingluten.
Primero mezcla el agua caliente con el aceite y reserva. Luego, coge un recipiente más amplio para las harinas e introduce en su interior la harina de Maizena, la harina de maíz precocida, la linaza molida, la sal y el azúcar moreno. Remueve con un utensilio e incorpora el preparado anterior, añade un poco de agua y trabaja la masa con las manos. Después, agrega la levadura seca y continúa amasando. Corta un trozo de papel de horno, engrásalo con aceite, coloca la masa encima y ve estirándola con las manos poco a poco al tiempo que vas girando el papel. A continuación, cúbrela con un paño y déjala reposar unos 20 minutos. Precalienta el horno a 240 ºC con calor arriba y abajo y tendrá que estar en su interior unos 20 minutos. A partir de aquí puedes congelarla, tal y como sugieren en el vídeo, o cubrirla con los ingredientes que más te gusten. Cuando la tengas lista, vuélvela a meter en el horno a 200 ºC durante 20 minutos más.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Rafael Cisneros Méndez en Unsplash.