Cada vez es más frecuente que los menores utilicen y compren productos de cuidado personal que ven en las redes sociales para incorporarlos en sus rutinas de belleza. De hecho, se prevé que el mercado del cuidado de la piel infantil experimente una tasa de crecimiento anual de alrededor del ...
Cada vez es más frecuente que los menores utilicen y compren productos de cuidado personal que ven en las redes sociales para incorporarlos en sus rutinas de belleza. De hecho, se prevé que el mercado del cuidado de la piel infantil experimente una tasa de crecimiento anual de alrededor del 7,71% para los próximos cuatro años, según datos de Statista.
A pesar de ser algo relativamente reciente, este comportamiento genera una preocupación generalizada entre los profesionales de la salud y las familias por su gran impacto en el bienestar emocional. Dentro de sus efectos negativos, se encuentran la distorsión corporal, el déficit de autoestima, las continuas comparaciones y la necesidad de aprobación social, pero ¿dónde está el origen?
Si se piensan en las causas relacionadas con esta conducta, la influencia de las redes sociales se presenta como el principal factor desencadenante, dando lugar a múltiples riesgos, entre los que se encuentran:
Todos estos elementos combinados crean un entorno en el que los adolescentes pueden desarrollar una fijación por buscar constantemente mejorar o alterar su aspecto físico para cumplir con los estándares de belleza impuestos por la sociedad y las redes sociales. Por ello, es esencial que los adultos estén alerta y sepan identificar estas condiciones.
Así lo advierte Gloria R Ben, psicóloga experta de Qustodio, quien insiste en que "los padres son una figura muy importante en este aspecto, por lo que, es fundamental que lo aborden desde una comunicación abierta y sin juicios, bajo una mirada de comprensión, de manera que el menor se sienta cómodo para hablar de sus inseguridades y sus preocupaciones".