Si vas a comprar uvas, debes fijarte en que el racimo sea firme, macizo y con un tallo, verde y flexible. Los frutos deben ser tersos, firmes, con la piel lisa y de color y tamaño similar. No deben presentarse frutos marchitos o mohosos. Agita suavemente el racimo y, si ...
Si vas a comprar uvas, debes fijarte en que el racimo sea firme, macizo y con un tallo, verde y flexible. Los frutos deben ser tersos, firmes, con la piel lisa y de color y tamaño similar. No deben presentarse frutos marchitos o mohosos. Agita suavemente el racimo y, si se desprenden algunas uvas, no lo cojas porque estará excesivamente maduro.
La conservación precisa colgar los racimos del revés procurando que los granos se separen y no se toquen. Se pueden emplear bolsas especiales de celofán y meterlas en el frigorífico (como máximo 15 días), sacándolas aproximadamente una hora antes de su consumo.
Las uvas frescas pueden consumirse solas en crudo o combinadas (macedonia, yogur o con helados, por ejemplo) pues aportan un sabor fresco y aromático. En recetas saladas combinan bien en tostas, pizzas, sopas frías, verduras o arroces. Cocinadas, pueden emplearse uvas frescas o pasas, pues su sabor y textura resultan muy diferentes.
Entre las recetas en las que puedes incluir uvas, destacarían:
1-Arroz con uvas
Lava, elimina las pepitas y corta las uvas en cuatro trozos. Hierve un caldo vegetal. Lava, pela y pica muy finos los vegetales que vayas a emplear (cebolla, zanahoria y calabacín, por ejemplo). Pocha en aceite los vegetales. Añade el arroz y pocha todo junto. Añade, hasta cubrirlo, el caldo hirviendo y deja que se cocine durante, al menos unos 10 minutos, adicionando caldo si se va consumiendo. Introduce las uvas, el perejil, zumo de limón, ajo troceado y sal. Intenta no remover con cuchara, siendo mejor mover la cazuela. Añade caldo si es preciso y cocina hasta conseguir la textura que desees (se recomienda el grano entero y un poco duro en el centro). Deja reposar hasta el momento de servirlo caliente.
2-Brochetas de frutas y chocolate
Se recomienda incluir frutas con colores variados y atractivos (manzana, uvas, melocotón, kiwi, naranja, frambuesas y arándanos, por ejemplo). Lava, pela y corta en trozos pequeños las frutas que vayas a emplear (rodajas de plátanos, fresas en cuadrados, uvas enteras sin pepitas, gajos de mandarina y arándanos, por ejemplo, constituyen una buena opción). Insértalas en las brochetas. Cúbrelas con chocolate caliente para darle un toque diferente.
3-Ensalada de uvas
Lava, corta y elimina las pepitas. Lava, pela y ralla las zanahorias. Lava pela y pica fino el apio. Para el aliño, mezcla las uvas, el apio, el zumo de un limón, un yogur natural y sal. Coloca en un bol una mezcla de brotes lechuga y espinacas baby. Añade la zanahoria rallada y el aliño y mezcla. Decora con hierbabuena fresca. Sirve la ensalada fría.
4-Macedonia de uvas con helado
Introduce en una copa una bola de helado de tu sabor preferido. Sobre él coloca un plátano cortado en rodajas, kiwi pelado y troceado y dos cucharadas de mosto. Pela las uvas, elimina las pepitas y córtalas en trozos de pequeño tamaño. Colócalas por encima antes de servir.