Botánicamente, las semillas de calabaza proceden de la planta calabacera, que pertenece a la familia de las cucurbitáceas. Existen varias especies de uso alimentario entre las que destaca la Cucurbita máxima. En la composición química de las semillas de calabaza destacaría la presencia de proteínas (30 gramos de semillas aportan el ...
Botánicamente, las semillas de calabaza proceden de la planta calabacera, que pertenece a la familia de las cucurbitáceas. Existen varias especies de uso alimentario entre las que destaca la Cucurbita máxima.
En la composición química de las semillas de calabaza destacaría la presencia de proteínas (30 gramos de semillas aportan el 15% de las necesidades diarias), ácidos grasos poliinsaturados omega-3, fibra, minerales (fósforo, magnesio, hierro, manganeso, cinc y cobre) y vitaminas (A, E, C, D, K, ácido fólico y las del grupo B). Además, 100 gramos aportan 541 calorías.
Los especialistas señalan que, entre las propiedades atribuidas a las semillas de calabaza, destacarían:
1-Aparato genital masculino. Presentan un alto contenido en fitoesteroles, cinc y cucurbitina (un aminoácido esencial que actúa sobre el sistema urinario) por lo que serían recomendables para el funcionamiento saludable del aparato genital masculino (fundamentalmente la próstata).
2-A nivel metabólico. Presentan ácidos grasos poliinsaturados omega 3, por lo que facilitarían la reducción de los niveles de triglicéridos y colesterol LDL en sangre.
3-Funciones ejecutivas. En los niños, por ejemplo, mejorarían el aprendizaje y el rendimiento escolar.
4-Propiedades antiinflamatorias. Se considera útil su consumo en problemas como artritis y artrosis para reducir el dolor sin efectos secundarios porque contienen antioxidantes como la vitamina E y los carotenoides.
5-Relajantes. La presencia de triptófano (aminoácido que ayuda al buen funcionamiento cerebral) y magnesio ayudaría a la relajación del sistema nervioso y favorecería el sueño.
6-Salud ocular y mejora de la visión. Presentan un alto contenido en betacarotenos y, específicamente, xantofilas (entre las que se encuentra la luteína). Se considera adecuado consumirlas para mejorar problemas a nivel ocular (ceguera nocturna, fatiga ocular, cataratas, glaucoma y degeneración macular asociada a la edad, por ejemplo).
7-Sistema cardiovascular. Contiene magnesio, importante para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular y la regulación de la hipertensión arterial.
8-Sistema inmunitario. Su contenido en cinc, mejoraría el funcionamiento del sistema inmune y ayudaría a prevenir gripes y resfriados, por ejemplo.
Los expertos recomiendan un consumo máximo de 30 gramos de semillas de calabaza al día. Tienen un sabor dulce y suave, la textura es delicada y son fáciles de masticar. Es adecuado comerlas a media mañana, por ejemplo, y mejor que estén crudas y que no lleven sal añadida.
Las posibilidades de consumo son variadas. Puedes consumirlas crudas y secas como aperitivo o añadidas a platos salados (en ensalada o sopa) o dulces (tartas, bizcochos o galletas). También puedes elaborar una bebida combinando leche de soja o avena y semillas de calabaza, triturando la mezcla con la batidora y endulzando con miel, por ejemplo. Otra opción es comprar un aceite elaborado a partir de las pipas de calabaza, aunque puede ponerse rancio y perder propiedades (debe ser guardado sin luz y, preferentemente, en el frigorífico).