Algunas de las setas más consumidas y recolectadas en esta época del año son: 1. Boletus edulis (Hongo blanco) El Boletus edulis es una de las setas más valoradas por su sabor suave y su textura carnosa. Puedes reconocerla por su copa marrón claro, que puede alcanzas hasta 20 cm de diámetro, ...
Algunas de las setas más consumidas y recolectadas en esta época del año son:
El Boletus edulis es una de las setas más valoradas por su sabor suave y su textura carnosa. Puedes reconocerla por su copa marrón claro, que puede alcanzas hasta 20 cm de diámetro, y su pie grueso de color blanco o crema. Suele crecer en pinares y al lado de hayas. Al cortarlo no cambia de color, algo que facilita identificarlo. ¡Cuidado! Si vas a recolectar setas y ves una similar a esta pero que al cortarla se vuelve azul, ¡no la cojas! es una variedad tóxica.
Esta es una de las setas más conocidas y fáciles de reconocer. Es de color anaranjado con manchas circulares sobre el sombrero. Al cortarlos, liberan un líquido de color naranja, algo que lo hace muy fácil de identificar. El níscalo crece habitualmente entre pinales y su sabor es ideal para guisos. Si cuando recolectas lo que tú crees un níscalo, exuda un líquido blanco o de otro color, mejor no lo cojas, podría tratarse de otra especie.
La chantarela tiene un color amarillo brillante y una forma muy peculiar en forma de embudo o trompeta. Su sombrero tiene bordes ondulados y debajo se encuentran unas arrugas o pliegues característicos en lugar de las típicas láminas. Es una seta muy aromática y su sabor, la convierten en un ingrediente estrella en la cocina. ¡No la confundas con otra seta tóxica muy parecida, pero que, en su parte interior, en vez de pliegues tiene láminas!
La seta de cardo es muy fácil de reconocer. Tiene un sombrero de color grisáceo o marrón claro, con láminas blancas y un pie que puede ser corto o casi inexistente. Crece principalmente en zonas de pastizales, cerca de cardos secos. Es muy valorada por su sabor delicado y textura firme, y es ideal para salteados o asada a la plancha. Para no confundirte, debes fijarte dónde la encuentras. La seta de cardo siempre está cerca de cardos.
Esta seta aparece principalmente en primavera, aunque en algunas zonas también podemos encontrarle en otoño. Es de color blanco roto. Es especialmente aromática y de sabor dulce, y su olor recuerda a la harina fresca. Crece en praderas, cerca de caminos o en claros de bosque. No debes confundirla con la Amanita verna, una seta similar pero muy tóxica.
El champiñón silvestre es el más conocido y también se puede recolectar en el campo. Tiene un sombrero blanco y liso, y sus láminas pasan del color rosa al marrón oscuro con el tiempo. Es muy común en praderas y campos abiertos. Ten cuidado con confundirla con la Amania verna, una especie oral que es muy parecida al champiñón en sus primeras fases de desarrollo.
Se llama así porque su sombrero parece un paraguas. Es muy fácil de identificar por su gran tamaño y su sombrero marrón claro con escamas más oscuras. El pie es largo y tiene un anillo móvil. Es ideal para rebozar y freír por su tamaño y textura carnosa. Algunas especies pequeñas de Lepiota son tóxicas, así que, si vas a recolectarlas, asegúrate de que sea grande y tenga el anillo característico en el pie.