En una conversación digital, aunque no podamos vernos físicamente, seguimos emitiendo señales clave, solo que en este caso lo hacemos a través del llamado Digital Body Language o lenguaje corporal digital. Por ello, entender y aplicar este concepto puede marcar la diferencia entre cómo nos perciben y cómo percibimos a ...
En una conversación digital, aunque no podamos vernos físicamente, seguimos emitiendo señales clave, solo que en este caso lo hacemos a través del llamado Digital Body Language o lenguaje corporal digital. Por ello, entender y aplicar este concepto puede marcar la diferencia entre cómo nos perciben y cómo percibimos a los demás. Así que, si quieres mejorar la calidad de tus interacciones virtuales y dejar una huella positiva en tu entorno digital, sigue leyendo este post.
El denominado Digital Body Language se refiere a las señales no verbales que emitimos en nuestras interacciones online, tales como el tiempo que tardamos en responder un mensaje, el tono que utilizamos en nuestros correos electrónicos, los emojis que elegimos al escribir en redes sociales, e incluso la estructura y formato de nuestras palabras en un chat o comentario. Sobre todo, porque en el mundo físico, el lenguaje corporal incluye gestos, expresiones faciales y posturas, que nos ayudan a comunicar nuestras emociones y actitudes. Mientras que, en el ámbito digital, esos gestos físicos se traducen en comportamientos digitales: cómo redactamos nuestros mensajes, cuándo interactuamos con otros y qué herramientas utilizamos para transmitir nuestras ideas.
Por otro lado, el tono de los correos electrónicos o mensajes de texto puede malinterpretarse, ya que no contamos con las señales visuales de la conversación cara a cara. De tal manera que es importante pensar en cómo nuestro tono digital puede afectar la percepción de los demás. Pequeños detalles como iniciar con un "Hola" o agregar un emoji amistoso, pueden hacer que tu mensaje se sienta más cálido y colaborativo.
También la forma en que estructuras un correo o mensaje también es parte de tu Digital Body Language. Un mensaje caótico, sin párrafos claros o lleno de errores ortográficos, puede sugerir desorganización o falta de profesionalismo. Dedicar unos minutos a revisar el formato, usar listas o viñetas cuando sea necesario y asegurarte de que tu mensaje es conciso pero completo, ayuda a transmitir una imagen mucho más cuidada. Además, elegir bien tus palabras es clave. En lugar de enviar respuestas cortas como "Ok" o "Vale", intenta expresarte de manera más completa y abierta, tal y como "¡Perfecto! Estoy de acuerdo con tu propuesta. Hablemos más sobre los próximos pasos", lo cual da una impresión de disposición y proactividad.
En un entorno más informal, como con amigas o redes sociales, los emojis pueden ayudarte a expresar emociones que no caben en palabras, pero en el trabajo, un simple "¡Gracias!" puede ser suficiente para que tu mensaje se sienta más cercano sin perder profesionalidad.
Entender y mejorar tu Digital Body Language es fundamental para tener interacciones más efectivas en el mundo digital. Ya sea en el trabajo, en tus redes sociales o al comunicarte con amigas y familiares, tener en cuenta estos pequeños detalles te ayudará a construir mejores relaciones, evitar malentendidos y mostrar una versión más auténtica y cuidadosa de ti misma. Porque, al final, cada interacción digital también es una oportunidad para dejar una buena impresión.