Nuestro estado de ánimo, la imagen que transmitimos a los demás y las relaciones (familiares, de pareja, de trabajo y sociales) se relacionan directamente con nuestro estilo de comunicación. La comunicación asertiva permite a las personas que la utilizan expresar sus opiniones, necesidades y sentimientos de manera clara, directa, segura ...
Nuestro estado de ánimo, la imagen que transmitimos a los demás y las relaciones (familiares, de pareja, de trabajo y sociales) se relacionan directamente con nuestro estilo de comunicación.
La comunicación asertiva permite a las personas que la utilizan expresar sus opiniones, necesidades y sentimientos de manera clara, directa, segura y tranquila. Con ella se tienen en cuenta las necesidades, sentimientos y opiniones de los demás, se respeta su punto de vista, aunque sea diferente, y no se transmite sensación de dominancia.
Los expertos señalan que emplear un estilo asertivo en nuestra comunicación tiene numerosas ventajas:
-Fortalece nuestra autoestima. Percibir que nos respetamos más a nosotros mismos y somos capaces de defender nuestros derechos aumenta nuestra autoeficacia y mejora la autoestima.
-Genera relaciones saludables. El estilo de comunicación asertivo confirma que nuestras relaciones se basan en la honestidad, la claridad y la sinceridad, imprescindible para crear y mantener relaciones sanas en las que se tienen en cuenta las necesidades de todos los implicados.
-Incrementa el respeto de las demás personas hacia nosotros. Cuando demostramos seguridad en nosotros mismos y somos capaces de transmitir que tenemos un criterio propio, los demás perciben que sabemos compartir nuestras ideas sin ofender a nadie, lo que hace que nos respeten.
-Permite resolver los conflictos con eficacia. Cuando expresamos con claridad y respeto lo que nos ha molestado, la otra persona puede entender lo que no nos ha gustado y evitamos que los problemas se magnifiquen porque las necesidades y las emociones se expresan de inmediato.
Los especialistas señalan que, en ocasiones, nos resulta complicado ser asertivas. Entre las causas fundamentales que impiden la comunicación asertiva destacarían:
1-Aprendizaje previo. La comunicación asertiva se aprende. Es posible que nadie nos la haya enseñado o nos dediquemos a imitar a nuestros padres, amigos u otras personas importantes para nosotros que nunca la han empleado.
2-Creencias previas limitantes. Nuestros pensamientos pueden centrarse en la necesidad de complacer a los demás, en el deseo de evitar los conflictos o en el miedo a que otras personas nos rechacen por decir lo que realmente pensamos, por ejemplo, podemos buscar una comunicación pasiva. Cuando nuestra creencia se centra en impedir que se aprovechen de nosotros, en que las cosas tienen que ser como queremos o en la necesidad de imponer nuestra opinión, por ejemplo, lo más probable es que empleemos una comunicación agresiva.
3-Estrés. Cuando sentimos estrés procuramos huir o luchar ante el estímulo amenazante que nos agobia. Cuando la respuesta es la huida, lo más probable es que nuestro patrón sea la comunicación pasiva. Cuando la reacción es de lucha, el patrón será de comunicación agresiva.
4-Interlocutores. Cuando las personas con las que tratamos de comunicarnos de forma asertiva se resisten a este tipo de comunicación, es complicado conseguirlo.