Con el tiempo, las hamburguesas han pasado de ser consideradas un producto relacionado con el consumo rápido a ganarse la etiqueta de gourmet tras realizar algunas modificaciones a la hora de escoger los ingredientes, la forma de prepararlos y su presentación final. Las carnes usadas son de mayor calidad y se apuestan por nuevos cortes y se ofrecen otras opciones, como pollo en su versión rebozada y sin rebozar, pavo, variedades vegetarianas, sin gluten, veganas, etc., así pueden adaptarse a otro tipo de públicos. Además de los sabores clásicos, en la carta de estos espacios es posible encontrar hamburguesas que se elaboran a partir de garbanzos, lentejas, soja, tofu, pescado, etc. La frescura de la lechuga o la mezcla de brotes verdes, los tomates y cebollas utilizadas son otra de las características a valorar, así como la incorporación de queso ahumado, queso brie, de cabra u otras variedades. El pan de cristal, el de tipo brioche o el rústico ganan peso frente al que ya viene envasado y está procesado. La incorporación de salsas y condimentos más allá de la mayonesa, el kétchup o la mostaza tradicional, le aporta un toque diferenciador ante la gran oferta que hay en el mercado. A la mayonesa de ajo y lima, el guacamole, la mostaza y miel, la chipotle, la de queso, la de yogur, la de pesto y la de trufa se unen otros ingredientes más novedosos como la cebolla crujiente o caramelizada, el tomate seco, las aceitunas negras, las setas variadas, el queso gratinado, la cebolla morada, los encurtidos, la trufa, los nachos, el foie de pato, los jalapeños, el pico de gallo, los pepinillos, etc., que le añaden nuevos matices de sabor al producto. El acompañamiento también es importante. Las patatas congeladas o de bolsa han sido reemplazadas por el boniato frito, la yuca frita, los chips de zanahoria o las patatas gruesas con monda. 

En la diferenciación está la clave

Ante un mercado tan extenso hay que buscar la manera de diferenciarse, ya sea ofreciendo recetas llamativas, como ahumando la hamburguesa, bañándola de queso fundido o añadiéndole mermelada de bacon, tal y como sugieren en la carta de Devoto Buguer, en Santiago de Compostela, o contando con la colaboración de chefs para ofrecer hamburguesas exclusivas, tal y como llevan a cabo en Efímero, en A Coruña, que sorprenden al comensal con productos de edición limitada que van cambiando una vez al mes. A finales de septiembre, aterrizó en la calle San Andrés, 102 de la ciudad herculina una nueva hamburguesería llamada Pink´s, que ya ha sabido hacerse un hueco en Madrid, donde ya cuenta con diez establecimientos. Lo más llamativo de este local es que se preparan 200 unidades diarias de hamburguesas y cuando se venden todas no se hacen más hasta el día siguiente. Su carta es simple, se ofrece una propuesta reducida: una smash búrguer de vaca madurada con queso americano, pepinillos, kétchup y mostaza. Lo que la diferencia de una búrguer tradicional es que esta es más práctica de comer con la mano, ya que la carne se aplasta cuando se está cocinando en la plancha y en vez de tener una forma circular perfecta, aquí lo que se trata es que la carne picada quede de forma irregular y sea más fina. En la web también ofrecen la hamburguesa secreta, que lleva cebolla caramelizada, queso cheddar derretido y promete brindar al consumidor la experiencia de probar "la mejor Smash Burger estilo Oklahoma". 

FOTO PRINCIPAL.: Imagen extraída de la página web de Pink´s.